Varios medios estadounidenses daban ayer detalles del plan de Obama para el sector financiero que está previsto que el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, anuncie el lunes. Según The New York Times, el plan de la casa Blanca no contempla poner como condición a los bancos para recibir las ayudas que aumenten los préstamos. La intención es combinar la compra de los malos activos de los bancos y asegurar a los inversores privados el dinero que destinen a entidades bancarias.

El objetivo es evitar más nacionalizaciones y que sea la inversión privada la que dote de capital a los bancos, de ahí esa combinación de comprar la deuda tóxica --lo que mejoraría los balances de las entidades y los harían más atractivos para los inversores-- y asegurar a los inversores su desembolso en acciones. Además, según informaron fuentes de la Administración a la agencia Reuters, el plan destinaría 77.000 millones de euros a comprar y modificar hipotecas de propietarios en apuros.