El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha descartado este jueves en Helsinki una subida inminente de los tipos de interés al indicar que la actual política monetaria es "acomodaticia", aunque ha señalado que el organismo seguirá "vigilando de cerca" la evolución de la inflación. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, reunido en la capital finlandesa, ha decidido por unanimidad mantener los tipos de interés en la zona euro en el 1,25%, como preveían los mercados. También mantiene inalterados la facilidad marginal de crédito, por la que actualmente presta dinero a los bancos durante un día al 2%, y la facilidad de depósito, por la que remunera con el 0,5% el dinero que depositan las entidades. En la rueda de prensa posterior a esta reunión, Trichet ha resaltado que el BCE percibe una creciente presión inflacionaria, debido sobre todo al aumento del precio del petróleo, pero no quiso adelantar cuándo se producirá la próxima subida de los tipos. "Tomaremos una decisión cuando consideremos que es necesario para mantener la estabilidad de los precios", ha afirmado. La tasa de inflación de la eurozona subió en abril hasta el 2,8%, superando por quinto mes consecutivo el objetivo del BCE. El BCE considera que existen riesgos inflacionistas a medio plazo, razón por la que subió de forma moderada el precio del dinero en abril, por primera vez desde hacía casi tres años, y con la que justificará los próximos incrementos. Trichet niega que el BCE tenga "problemas de credibilidad" en los mercados, como prueba, en su opinión, que fuera el primer banco central del mundo en subir los tipos de interés. El banquero ha vuelto a resaltar la importancia de que los países de la eurozona realicen "reformas estructurales urgentes" para aumentar su potencial de crecimiento y su competitividad, en especial "aquellos con un déficit fiscal alto", aunque se ha negado a hablar de países concretos. El euro cayó ha caído con fuerza frente al dólar y ha perdido los 1,47 dólares después del anuncio de Trichet. La moneda única se ha depreciado hasta 1,4654 dólares, dos centavos de dólar menos de lo que costaba en las primeras horas de la negociación europea, tras la intervención de Trichet en la rueda de prensa, aunque durante toda la jornada la banda de fluctuación de la moneda ha sido muy amplia, entre 1,46 y 1,49 dólares. Los mercados financieros habían especulado que la entidad monetaria subiría su tasa rectora en junio. Mientras Europa se debate en la búsqueda de una solución que reactive la economía sin disparar la inflación, en EEUU se ha dado a conocer un indicador que anima al optimismo. La productividad de las empresas de EEUU creció en el primer trimestre de este año un 1,6%, por debajo de los resultados de los tres meses anteriores. La productividad creció un 2,6% en el último trimestre del año 2010. El dato del primer trimestre del año, no obstante, se coloca por encima del 1,5% que esperaban los analistas. La mejora de la productividad fue posible gracias al incremento de los bienes y servicios producidos, que fue más del doble de lo que aumentaron las horas de trabajo. En concreto, la producción de bienes y servicios creció a una tasa anualizada del 3,1% en el primer trimestre, en tanto que las horas trabajadas solo aumentaron en un 1,4%. Aunque el pago por hora trabajada creció en un 2,6% en tasa anualizada, una vez ajustada a la inflación los salarios cayeron un 2,5%. Se trata de la mayor bajada desde el tercer trimestre del 2008.