El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, advirtió ayer de que la arquitectura institucional europea «todavía carece de algunas piezas fundamentales; en particular, en lo que respecta a su habilidad para resistir una crisis severa». Durante unas jornadas económicas, destacó que la situación macroeconómica mundial se está deteriorando. Bajo las tensiones comerciales globales, alertó, subyace la puesta en cuestión del orden económico multilateral nacido tras la II Guerra Mundial, y al mismo tiempo surgen retos como la digitalización y el cambio climático. Frente a ello, se declaró optimista sobre el futuro «común» de la UE, pero realizó una prolija descripción de todas las carencias del entramado institucional comunitario. El gobernador se explayó en defensa de la creación de un «activo seguro común para la zona euro» (es decir, deuda pública comunitaria de máxima calificación) a través de una Agencia Europea de Inversión. «Contribuiría de forma significativa a afrontar algunas de las causas de la debilidad institucional de la eurozona. En particular, podría incrementar la efectividad de la política monetaria, mejorar la integración financiera y completar la Unión Bancaria y del Mercado de Capitales, rompiendo el círculo vicioso entre la banca y la deuda soberana y facilitando la diversificación», argumentó. También subrayó la necesidad de completar la Unión Bancaria con la creación del largamente postergado Fondo de Garantía de Depósitos Europeo, así como de profundizar en la Unión del Mercado de Capitales. Asimismo, juzgó «urgente» reformar las reglas fiscales, ya que no se aplican de forma adecuada debido a su «complejidad» y han sido «incapaces» de evitar políticas procíclicas en los países (lo que agrava las burbujas y las crisis posteriores).