El Banco de España considera que las familias y las empresas van a reducir su patrimonio en los próximos meses como consecuencia de la caída de los precios inmobiliarios y su menor capacidad de endeudamiento, pese a la importante bajada de los tipos de interés.

Así consta en el informe anual correspondiente al ejercicio 2008 publicado por el Banco de España, en el que destaca que, a pesar de que las entidades financieras españolas han sufrido menos que las de otros países de nuestro entorno, no son "inmunes" al deterioro de la economía real, por lo que su posición financiera se verá sometida a "presiones".

Menos beneficios

También las empresas no financieras tendrán dificultades, y el Banco de España hace referencia a las pesimistas previsiones de los analistas sobre la evolución de los beneficios y la reducción de la tasa de crecimiento, "que se situaría a corto plazo en valores negativos".

Asimismo, la crisis de liquidez seguirá atenazando al sector privado debido a su fuerte endeudamiento, que impide recurrir a nuevas vías de financiación, y a las "débiles" perspectivas macroeconómicas. Además, el Banco de España indica que el déficit público de la economía española en 2010 se situará en torno al 10% del PIB, frente al 7,9% previsto por el Gobierno.

Menos gasto público

En el informe se destaca que ese déficit público del 10% del PIB para el próximo año y el hecho de que las ratios de deuda pública puedan exceder del 60% del PIB en 2010 configuran un "drástico" cambio de panorama, al haberse agotado las posibilidades para impulsar el gasto público.

En su discurso ante el Consejo de Gobierno para presentar el informe, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, afirma que es probable que lo peor de la crisis haya sido "ya superado", lo que se reflejará en la segunda mitad del año, a medida que la amplia batería de medidas adoptadas despliegue sus efectos.

Cuidado con la subida de impuestos

No obstante, advierte de que las subidas de impuestos para equilibrar las cuentas públicas pueden "esterilizar" los efectos expansivos de las medidas adoptadas por el Gobierno para reactivar la economía.

Paralelamente, el supervisor considera necesario evitar actuaciones que puedan cuestionar el compromiso con la estabilidad presupuestaria a medio plazo. En el plano internacional, el Banco de España considera que la economía de EEUU corre el riesgo de no empezar a recuperarse en la segunda mitad del año, ante la posibilidad de que surjan más dificultades en el sistema financiero y se produzca un ajuste mayor del sector residencial y el mercado laboral.