Faltaba por conocer qué calificativo aplicaría el Banco de España a la actual situación económica y en el último informe de mayo, difundido ayer, utilizó la expresión "pronunciada desaceleración". Además, los datos del segundo trimestre apuntan "a una continuación del debilitamiento de la actividad", añade.

El organismo que preside Miguel Angel Fernández Ordóñez pasa revista a toda la información disponible sobre abril y mayo para llegar a la conclusión de que el segundo trimestre será peor que el primero, cuando la economía pasó a crecer el 2,7% anual (frente al 3,5% de finales del 2007). Así, en el boletín económico de mayo se afirma que los indicadores referidos a consumo privado y a la confianza de los consumidores y de los comerciantes minoristas han alcanzado "sus niveles más reducidos desde marzo de 1994 y febrero de 1993, respectivamente".

El Banco de España constata la "pérdida de dinamismo" de la inversión en bienes de equipo y que los indicadores de la construcción apuntan "hacia una mayor desaceleración del sector". También se detecta un retroceso de las exportaciones reales en marzo, así como un "cierto deterioro" de las percepciones empresariales. Además de confirmarse "la atonía de la actividad industrial", se asume que la cifra de negocios del sector servicios cayó en marzo. De tal panorama solo se salva el turismo, cuyos resultados en el primer trimestre fueron positivos y los indicadores del segundo trimestre apuntan "a un comportamiento posiblemente más positivo".

EMPEORA LA OCUPACION El Banco de España constata que en la primera parte del 2008 se observó, "por segundo trimestre consecutivo", una reducción en el número de ocupados y añade que "la destrucción de empleo alcanzó los 74.600 puestos de trabajo en términos netos". Además, la información más reciente, de abril, "prolonga" la desaceleración. Según el organismo, el aumento del paro entre enero y marzo, en 318.000 personas, el 17,1%, "es superior, en términos relativos, al de mediados del 2002, momento del último episodio de pérdida significativa del dinamismo del empleo". La ralentización del empleo recayó "exclusivamente" sobre ciudadanos españoles.