El Banco Gallego ha multiplicado por trece sus pérdidas el año pasado, hasta 386,32 millones de euros, de acuerdo con la información remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los resultados de cierre de 2012 de Banco Gallego, que fue adjudicado el viernes pasado por 1 euro a Banco Sabadell después de recibir 325 millones de ayudas públicas, han estado condicionados por las pérdidas por deterioro de activos financieros, que casi se han sextuplicado y se han elevado a 422 millones de euros, y por la gestión de activos inmobiliarios y su traspaso al banco malo.

En cuanto a los distintos epígrafes de la cuenta de resultados, el margen de intereses ha crecido el 2,54 por ciento y ha ascendido a 80,78 millones de euros.

Por su parte, el margen bruto se ha reducido casi dos tercios y se ha situado en 49 millones de euros, afectado por el aumento de pérdidas "por otras cargas de explotación" derivadas fundamentalmente de la administración de activos inmobiliarios, que pasan de 5 a casi 75 millones de euros.

A pesar de la contención de los gastos de administración, que cayeron 22 por ciento, las pérdidas por deterioro de activos financieros y las dotaciones a provisiones multiplicaron por once el resultado negativo de explotación, con unas pérdidas de 487 millones al acabar el ejercicio pasado.

La entidad también ha remitido a la CNMV el Informe Anual de Gobierno Corporativo en el que señala que los catorce miembros del consejo de administración percibieron una remuneración de 1,24 millones de euros el año pasado y los seis altos directivos 890.000 euros.