Ha sido el primero en pasar la prueba de fuego y ni los más optimistas se imaginaban que el segundo mayor banco de EEUU por activos acabaría presentando unos resultados así al cierre del ejercicio. En el último trimestre del año se cuadruplicaron las ganancias de JP Morgan Chase con respecto al mismo periodo del 2008, lo que permitió a la entidad que preside Jamie Dimon terminar el 2009 duplicando sus beneficios hasta los 8.165 millones de euros.

Impulsado especialmente por los resultados de su división de banca de inversión, que aportó más de la mitad de los beneficios el año pasado, los ingresos de JP Morgan en el cuarto trimestre aumentaron el 34% con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta situarse en 16.100 millones de euros, permitiéndole cerrar el 2009 con 69.900 millones de euros de ingresos, mejorando así sus propias previsiones y las de los analistas.

Los expertos coinciden en que la entidad que lidera Dimon es una de las que mejor parada ha salido de la grave crisis financiera desatada hace un año y medio en Wall Street. Sin embargo, para quienes quieran ver el vaso medio vacío ayer había un dato para ellos en su hoja de resultados: los beneficios de JP Morgan Chase en los últimos tres meses registraron un fuerte descenso del 8,6% con respecto a lo obtenido en el trimestre anterior. Dimon pidió prudencia porque advirtió de que los costes de los créditos siguen siendo altos y persiste la debilidad en las cifras de empleo y los precios de la vivienda.