Energía más cara. El Banco Mundial ha elevado hasta 55 dólares la previsión del precio medio del barril para el año que viene. Esta cotización supera en dos dólares a la que había estimado en julio pasado y se adecua a la prevista limitación de la producción por parte de la Organización de País Exportadores de Petróleo (OPEP), tras un largo periodo de oferta sin restricciones.

Los precios de la energía, entre los que están el petróleo, el gas natural y el carbón, experimentarán un alza de casi el 25%. Estas revisiones figuran en el último 'Commodity Markets Outlook', en el que se analizan los precios de las materias primas.

"Esperamos un aumento sólido en los precios de la energía, conducidos por el petróleo, el año que viene", ha afirmado John Baffes, economista sénior y autor del informe.

"De todas formas, agrega, existe una incertidumbre considerable en torno a las previsiones porque hay que esperar los detalles de la aplicación del acuerdo de la OPEP, que, en caso de llevarse a cabo, tendrá un impacto indudable en los mercados del petróleo".

El cártel de países exportadores, que supone en torno a dos tercios de la oferta mundial de crudo, tiene tradición de incumplir sus acuerdos. En esta ocasión quiere sumar al pacto para reducir la producción a países que no están en la organización, como es el caso de Rusia o México.

Las petroleras, que se han visto afectadas por recortes y descensos de los beneficios, cuando no pérdidas, están convencidos de que lo peor de la etapa de descenso de precios ha terminado.

MATERIAS PRIMAS

En el mismo estudio, el Banco Mundial destaca que está prevista una recuperación "modesta" a medida que se fortalece la demanda y la oferta se reduce.

En esta línea, se prevé un incremento del 4,1% en los precios de los metales y minerales, 0,5 puntos más de lo estimado en verano, debido a la reducción de la oferta.

Destaca, por ejemplo, el descenso previsto para el oro el año que viene, hasta los 1.219 dólares por onza, a debido al "probable" aumento de los tipos de interés, que reducirá el apetito por invertir en activos percibidos como seguros.