Nueva advertencia sobre la economía española. En esta ocasión es el Banco Mundial el que ha avisado de que la situación "es muy grave". Es un aviso que lanzó ayer el responsable de tendencias macroeconómicas de este organismo multilateral, Andrew Burns, a preguntas de los periodistas y que, en el fondo, no hace más que presionar al Gobierno español para que acometa reformas estructurales, como la del mercado de trabajo, y que se suma a la que hace poco realizaron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos.

"Creo que la situación en España es muy grave y el desempleo extremadamente alto", afirmó Burns en la presentación del informe Perspectivas Económicas Mundiales 2010 . En su opinión, es "probable" que las medidas de consolidación fiscal puestas en marcha por el Ejecutivo, que consideró "en la dirección correcta", reduzcan el riesgo de empeorar la situación.

Resaltó, además, que los indicadores de mercado muestran que los inversores internacionales ven la situación en España como menos grave que la de Grecia o Portugal. Aunque parece poco probable, de producirse una crisis de deuda en España impactaría en la banca española, lo que a su vez podría pasar factura a Latinoamérica, afirmó.

El informe eleva el crecimiento previsto para este año al 2,9%, frente al 2,7% de enero pasado; y al 3,3% para el 2011. Los datos suponen una clara mejoría con respecto a la caída del 2,1% del 2009. Pero advierte de que "la crisis de la deuda en Europa ha puesto otros obstáculos en el camino hacia un crecimiento sostenible a medio plazo".

Según el estudio del Banco Mundial, aunque se ha podido contener el impacto de la crisis de la deuda en algunos países europeos, su prolongado encarecimiento podría dificultar el crédito y restringir el crecimiento y la inversión en las naciones en desarrollo. En cualquier caso, en sus proyecciones, asume que los esfuerzos del FMI y las instituciones europeas evitarán un incumplimiento de pago o una reestructuración importante de la deuda soberana europea.