El Banco Sabadell y el Guipuzcoano consumaron ayer la primera integración entre bancos dentro del proceso de reordenación del mapa financiero español. Los consejos de administración de ambas entidades acordaron ayer la compra que para el banco que preside Josep Oliu supondrá un costes aproximado de 730 millones de euros a partir del valor de cotización de las acciones del Guipuzcoano de ayer (7,90 euros). Los títulos del Sabadell subieron ligeramente, hasta los 3,63 euros.

El banco catalán lanzará un opa por el 100% del capital de la entidad vasca, supeditada a la aceptación de un mínimo del 75%. El Sabadell firmó ayer mismo un acuerdo con diversos accionistas del banco vasco que representan el 45,61% del capital un compromiso irrevocable por el que estos acudirán a la oferta.

Los accionistas del Guipuzcoano percibirán cinco acciones nuevas del Sabadell más cinco obligaciones necesariamente convertibles con vencimiento a tres años por cada ocho títulos ordinarios. Además, por las acciones preferentes sin derecho a voto del Guipuzcoano recibirán una acción ordinaria adicional.

CAMBIO DE LOS ESTATUTOS La opa, además, está condicionada a la modificación de los estatutos sociales del banco vasco para eliminar el límite del 10% del derecho de voto del capital social. Las dos entidades bancarias han convocado junta extraordinaria de accionistas para dar el visto bueno a la operación.

La fórmula elegida para la integración le permitirá al Guipuzcoano mantener su personalidad jurídica, la sede social en San Sebastián y una marca diferenciada. Asimismo, dos miembros del consejo de administración se incorporarán al consejo del Sabadell, previsiblemente el presidente, Javier Echenique, y el anterior presidente y accionista José María Aguirre González.

De las 256 oficinas que el banco vasco tiene en España, 176 se reparten entre Guipúzcoa, Alava, Vizcaya y Navarra. Además, la entidad aportará una red de 40 sucursales en Madrid, una comunidad en la que el banco catalán tiene una muy escasa implantación.