Bancos y cajas intentan afinar en la gestión de los créditos morosos. Y el acento se pone en los recursos humanos. Las entidades financieras buscan formar a sus empleados en la gestión del riesgo y en las labores del cobro, y buena parte de la banca enfoca la actividad de su red hacia ese objetivo, como en una mejor situación del negocio la enfocó hacia la venta de productos. El bajón del crédito ha movido al sector a realizar esfuerzos para evitar que las deudas acaben en impagados.

"Muchos empleados no han conocido una situación como la actual", comenta el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola. "Ahora, tener experiencia en el sector es un valor añadido". De hecho, los amplios planes de prejubilaciones realizados por las instituciones financieras han tenido un efecto de rejuvenecimiento de las plantillas bancarias, pero también enviaron a sus casas a cientos de empleados y directivos cercanos a los 55 años con cuya experiencia se ha dejado de contar.

Muchas de las personas que están al frente o trabajan en áreas relacionadas con la gestión del riesgo tenían entre cinco y 15 años cuando se produjo la última crisis de morosidad, en 1992, con tasas de hasta el 7%, con lo que no están demasiado familiarizadas con la situación de aumento de los impagados en la que se adentra peligrosamente el sector bancario.

Ese fenómeno es tan evidente que incluso el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, explicó la semana pasada que algunas cajas estaban intentado repescar a empleados prejubilados para incorporarlos a los departamentos de gestión del riesgo y la morosidad. Quintás no mencionó a entidad alguna. Y, de hecho, ninguna de las cajas consultadas por este diario reconoce haber reclutado de nuevo a extrabajadores para que aporten su experiencia.

NUEVAS PRIORIDADES Es más, desde alguna gran entidad, como La Caixa, se precisa que la política de contratación no ha variado. "Se elige a los empleados por su capacidad para realizar la función al margen de la edad que tengan", comenta un portavoz de la institución.

Algunos de los profesionales recuperados para las áreas de riesgo estaban prestando sus servicios en la red de oficinas. Mientras que la prioridad fue vender productos, la mayor parte de los recursos se concentraron ahí. Ahora se recuperan para realizar otras funciones más prioritarias. Bancos y cajas, además, se han volcado en la formación. "Siempre hemos realizado cursos, pero ahora son más específicos y se dirigen a encontrar soluciones que sirvan a los clientes", comenta Esteve Castellet, de la Caixa Sabadell. "Nuestro objetivo es no haber de ejecutar. Preferimos que el cliente pueda seguir pagando", dice.

Aunque la banca sufre la crisis en el sector inmobiliario, esta tiene un lado positivo: muchas entidades están construyendo una cartera de activos inmobiliarios solventes procedentes de promotoras que han tenido que ceder los inmuebles por la deuda. Esa realidad ha provocado que algunas entidades hayan decidido repescar a profesionales especializados en la gestión de carteras inmobiliarias.

"Hay grandes oportunidades en el sector", reconocen en un banco mediano, como lo hizo el jueves un responsable de Banesto en la presentación de resultados del banco. En el caso de esta entidad, parte del crecimiento del activo se ha conformado gracias a la compra de activos inmobiliarios a clientes. Desde la entidad explican que pretenden "anticiparse a posibles problemas".

EDIFICIOS SOLVENTES Banesto ha incrementado en un 20% la partida que recoge el incremento de activos, y ahora supone algo más de 3.000 millones de euros. En otro banco se explica que mantienen el objetivo de hacerse con los edificios solventes, pues si bien la cartera de activos es amplia, "no todo es de calidad", explican. La estrategia es conseguir que esos activos recupere su valor en unos tres años para volverlos a vender.