La indecisión con la que iniciaron la semana los parquets europeos se disipó con rapidez tras conocerse el dato de actividad manufacturera elaborado por la Reserva Federal, que ha dado fe de nuevas muestras de debilidad por parte del dólar. La tranquilidad, registrada en los últimos días en el mercado de materias primas, se evaporó y el petróleo volvió a retomar la escalada alcista para rondar los 140 dólares. Todo ello colocó al Ibex 35 de la bolsa española en los 12.826,6 puntos tras perder el 1,32%. No fue el único indicador bajista: el FTSE 100 de Londres cayó el 0,14%, al tiempo que el CAC de París y el DAX de Fráncfort cedieron el 0,5% cada uno.

En el mercado español, Gamesa escaló a las primeras posiciones después de que los analistas aplaudieran el contrato de colaboración firmado con Iberdrola la semana pasada. La compañía subió el 3,7%. Sacyr, FCC y Acciona también se enfilaron a los primeros puestos, con ganancias del 4,4% para la compañía de Luis del Rivero y cercanas al 2% en el caso de FCC y Acciona.

El sector financiero se colocó entre los peores de la sesión. Desde EEUU, el banco de inversión Lehman Brothers confirmó pérdidas de 2.774 millones de dólares (1.790 millones de euros) en el segundo trimestre, la primera vez desde que salió a bolsa. El Banco Popular se convirtió en el farolillo rojo del sector y del selectivo. El mercado descontó el hecho de que no se va a producir una opa: uno de los principales accionistas, Americo Amorin, que tiene el 7,8% del capital, comunicó a la CNMV que no va a salir del banco y no da credibilidad a los rumores de compra. Las acciones de la entidad cayeron el 6,33%. Otro de los valores más penalizados fue Iberia. La aerolínea perdió el 5,38% después de que Goldman Sachs recortara su recomendación hasta vender. En cuanto a los pesos pesados del selectivo, el BBVA fue el más castigado, al caer el 2,55%. Telefónica se desprendió del 1,5% del valor y el Santander, del 1,6%.