Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, ha asegurado hoy que el déficit de la Seguridad Social ha comenzado a "revertirse" en el 2017, es decir, que ha rebotado desde los niveles más negativos del 2008, y ha comenzado un camino hacia el "equilibrio" del sistema.

En su comparecencia en la comisión del Pacto de Toledo en el Congreso, Báñez ha explicado que el año pasado ha marcado "un punto de inflexión" desde el estallido de la crisis porque los ingresos por cuotas a la Seguridad Social crecen a un ritmo del 5,3%, mientras el gasto en pensiones sube el 3%.

Según los datos mostrados en un gráfico por la ministra, el año pasado la curva del déficit de la Seguridad Social llegó al 1,8% del Producto Interior Bruto (PIB), en torno a los 20.000 millones de euros, y desde ese suelo comenzó a remontar hasta situarse más cerca del 1,3% del PIB, aunque aún no ha llegado a los 15.000 millones de euros.

CRECEN LAS CUOTAS POR EMPLEO

La ministra ha rechazado que la calidad del empleo, temporal en su mayor parte, que se está creando supongan una rémora en el equilibrio financiero del sistema. Bien al contrario, según Fátima Báñez, el empleo que se crea es el que está reduciendo el déficit. Para ello se ha apoyado en los siguientes datos: las cuotas de los afiliados al régimen general crecen al 6% mientras que los afiliados lo hacen al 4,3%. Esos dos puntos de diferencia, ha afirmado la ministra, se deben al aumento de la base media de cotización "que es lo que marca la calidad del empleo".

Báñez, también ha negado que las pensiones hayan perdido poder adquisitivo por la crisis pese a los años de congelación (2010 y 2011) y que la revalorización en el último lustro no ha superado el 0,25%. Por el contrario, la ministra ha asegurado que desde el 2012 los pensionistas han ganado el 0,03% teniendo en cuenta la inflación media anual hasta el 2017.

En todo caso, ha afirmado que la congelación de las pensiones en el 2011 sí supuso la mayor pérdida de poder adquisitivo.

Bañez ha anunciado que en los próximos días la Seguridad Social enviará a empresas de menos de 10 trabajadores (unas 900.000) la vida laboral de la empresa, es decir, lo que cada una de ellas aportar en cuotas por sus trabajadores al sistema.