Acelerón en la devolución de ayudas, pero también el deseo de que el Estado se baje del carro sin la seguridad de haber recuperado todo lo inyectado. Bankia prevé pagar más de 2.500 millones de euros a sus accionistas entre el 2018 y el 2020, un 115% más que lo abonado en los últimos cuatro años. La entidad espera lograrlo gracias a un beneficio de 1.300 millones en el 2020, un 162% más que el año pasado (62% sin el impacto de la absorción de BMN).

Pese a estas buenas perspectivas, su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, defendió ayer que el Gobierno privatice la entidad (será antes del final del 2019, salvo cambio legal que no se descarta), aunque ello le haga no embolsarse parte de esa futura remuneración ni recuperar todas las ayudas (22.424 millones).

De hecho, le ha instado a una nueva venta parcial de capital (estudia colocar entre el 20% y el 30% del banco, del que posee el 61%). Es un «bueno momento», defendió, ya que hay «apetito» en el mercado y la nueva estrategia de la entidad va a ser «muy bien recibida».

El Ejecutivo, así, argumentó que la privatización es el último paso para «normalizar» Bankia y será «positiva para el país» porque evitará que se cree una banca pública. Además, aseguró que sus gestores se están «dejando la piel» para reintegrar el máximo posible, pero insistió en que el rescate «fue una buena decisión con independencia de las ayudas que se devuelvan». También aseguró que los inversores «adelantarán» a la cotización presente del banco la revalorización que generará el nuevo plan estratégico con lo que el Estado no se verá perjudicado, si bien las acciones han caído un 0,32% en bolsa tras su presentación.

El aumento del pago al accionista se hará por dos vías prácticamente al 50%. Por una parte, el banco prevé, además de ganar más, aumentar el porcentaje del beneficio que abona mediante dividendos del actual en torno al 40% a entre el 45% y el 50%. Además, devolverá de forma extraordinaria el exceso de capital por encima del nivel del 12% vía dividendo extraordinario o compra de acciones para su amortización (el año pasado cerró en el 12,2%, pero quiere que se acerque más al 13% antes de hacer ese pago).

EL BANCO NO PREVÉ COMPRAS/ Goirigolzarri negó que el Gobierno haya impuesto ese fuerte aumento de la remuneración. También afirmó que el banco no prevé hacer compras ni ser adquirido hasta el 2020, como tampoco salir al extranjero o abrir oficinas en comunidades donde tiene poca presencia. Bankia aspira, sostuvo, «de forma humilde a ser el mejor banco de España» en rentabilidad, eficiencia y solvencia.

Para lograrlo, prevé aumentar sus ingresos un 26% gracias al alza de clientes, de los tipos y del crédito al consumo y empresas. Las hipotecas perderán presencia en el balance (del 61% al 54%), ya que su excesivo peso penaliza los resultados. También facturará más por comisiones y reducirá gastos el 2,5% (las sinergias por BMN aumentan de los 155 millones previstos a 190, pero sin ajustes adicionales de plantilla). Fruto de ello, la rentabilidad sobre el capital (ROE) subirá del 6,6% al 10,8% y la eficiencia pasará del 56% al 47%.