Bankia registró una pérdida récord de 19.193 millones de euros el año pasado, seis veces más que los números rojos por 2.979 millones del 2011, según las cuentas reformuladas del ejercicio anterior. El presidente del grupo, José Ignacio Goirigolzarri, ha confiado en que el Estado pueda poner en valor su participación en el grupo BFA-Bankia a finales del 2014 o del 2015, cuando finaliza el plan de reestructuración aprobado por Bruselas.

"El objetivo de Bankia es que a finales de 2014 ó 2015 pueda dar una alternativa real para que el Gobierno pueda poner en valor su participación. Eso nos gustaría", ha explicado en la presentación de resultados correspondientes a 2012. La entidad quiere cerrar este año unas 1.100 oficinas, pero prevé hacerlo de forma ordenada y por ello ha comenzado por clausurar sucursales en Madrid y en la Comunidad Valenciana con el objetivo de que a finales de mayo la red en estas dos regiones esté ajustada.

La matriz de la entidad, BFA Bankia, cerró el 2012 con una pérdida de 21.238 millones de euros, después de realizar unas provisiones y dotaciones de 26.845 millones. En ese apartado se incluyen los ajustes derivados del traspaso de activos a la Sareb --el banco malo--.

Bankia registró una ratio de solvencia del 9 % el año pasado, "que ascendió al 9,44 % tras el canje por acciones de los instrumentos híbridos" que había vendido, explicó la entidad, entre ellos las participaciones preferentes.