España es el país de la Unión Monetaria donde más se ha utilizado la excusa de la introducción del euro, en enero del 2002, para subir los precios de bares, restaurantes y cafeterías. Desde entonces los precios en este sector han subido alrededor de un 40%, mucho más que en Alemania, donde el aumento no llega al 15%, o que en Bélgica y Francia, donde no supera el 25%. En Italia, la subida queda por debajo del 30%, lo mismo que la media de la zona euro.

Los datos proceden de un reciente estudio de la Dirección de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea, sobre los motivos que llevan a las personas a pensar que los precios suben más de lo que dicen los datos oficiales de inflación.

PERCEPCION CONFIRMADA Este informe, titulado What drives inflation perceptions? (¿Qué guía las percepciones sobre la inflación? ) confirma ahora lo que todo el mundo sabía en España. Que los bares y restaurantes pasaron a cobrar una moneda de euro por lo que antes cobraban tan solo una moneda de 100 pesetas.

El informe dice que este fenómeno se amortiguó en años sucesivos en países como Alemania y Holanda, mientras que en otros, como España, Bélgica, Francia e Italia ha continuado en ejercicios posteriores, contribuyendo así a situar la "percepción de inflación" por encima de los datos oficiales.

Un fenómeno parecido al de los bares ha pasado con otros precios "de bolsillo", tales como las entradas de los cines, las peluquerías o algunos servicios de reparación y limpieza, según el estudio. El precio de la vivienda es otro de los factores que más incide en la sensación de inflación y España es el país donde el boom inmobiliario ha sido mayor. En Alemania, Italia, Holanda y Austria la percepción de una mayor inflación se ha difuminado con los años. En España, Bélgica, Grecia o Francia, no.