Hace poco más de tres meses, los analistas se preguntaban hasta dónde podía subir el petróleo. Llegó a 147,50 dólares. Hoy la pregunta es: ¿Hasta dónde puede caer? El barril de Brent, el de referencia en Europa, se precipitó ayer hasta el nivel de los 60 dólares, al que se encontraba hace 21 meses por las amenazas de una fuerte caída de la demanda de crudo como consecuencia de una recesión global. Y lo que es peor, el recorte del consumo en China, que era uno de los motores de la demanda hasta ahora. La cotización, hacia el final de la sesión, se estabilizó en torno a la cota de 60 dólares, el nivel al que estaba en marzo del 2008.

"A corto plazo, dada la sobrerreacción del mercado por el dominio de los contratos de futuros, no hay forma de estimar el suelo para la caída del barril. A medio plazo, el nivel se sitúa en los 70 dólares, umbral por debajo del cual no sale a cuenta extraer crudo fuera de la zona del golfo Pérsico", explica Francesc Xavier Mena, profesor de Esade.

Estos motivos explican por qué el recorte de oferta de 1,5 millones de barriles diarios anunciado el viernes por la OPEP no se ha traducido en una subida de precios. Ese era el objetivo que perseguían los productores.

Pero la capacidad de influencia de este cártel, que controla en torno a un tercio de los 86 millones de barriles que se consumen en el mundo diariamente, se reduce a marchas forzadas. Además, la disciplina con el cumplimiento de las cuotas es poco habitual. Aunque se habían fijado exportar un máximo de 28,8 millones de barriles diarios, en la actualidad los estados miembros del cártel bombean unos 300.000 barriles más de los acordados. La nueva cuota de producción a partir del sábado es de 27,3 millones de barriles.

MENOS INFLUENCIA Otro elemento influye en la evolución de las cotizaciones. Cada vez hay más productores que no forman parte de esta organización y que copan los dos tercios restantes de la oferta, sin tener que seguir las directrices de la OPEP ni de ninguna otra entidad.

Para la zona del euro, las cosas en materia de costes energéticos han cambiado sustancialmente. En la etapa de escalada del precio del crudo, Europa se vio favorecida por el fortalecimiento del euro respecto al dólar. En la actualidad, en cambio, baja el petróleo, pero sube el dólar y el efecto es que, en términos de divisa europea, el barril se sitúa en torno a los 74 euros.

La demanda de productos petrolíferos en EEUU, el primer consumidor mundial, y en el resto de países industrializados se ha reducido a medida que la crisis financiera se ha trasladado a la economía productiva. En España, la demanda de gasóleo, el carburante más consumido, se redujo el 8,3% en agosto pasado en comparación con el mismo mes del año anterior. La de gasolina cayó el 8,7%.