La crisis de cancelaciones en Ryanair, que ha anulado más de 2.100 vuelos hasta finales de octubre por una mala planificación de las vacaciones de los pilotos -según la empresa-, ha puesto sobre la mesa una batalla que no es nueva pero que se ha recrudecido en los últimos tiempos: el fichaje de pilotos entre aerolíneas. Aunque desde el sector se considere que las cifras son habituales, tanto aerolíneas como constructores están preocupados por el futuro del sector, dado que podría llegar a darse una falta de pilotos para operar.

Ryanair niega que su actual crisis se deba a una falta de pilotos. «No estamos cortos de pilotos. En lo que hemos fallado ha sido en la distribución de las vacaciones. No tenemos suficiente personal en reserva para hacer frente los trastornos sufridos, como los provocados por los controladores o por la climatología», aseguró esta semana consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary.

La aerolínea low cost irlandesa cuenta con 4.058 pilotos disponibles para volar (no en plantilla, pues la mayoría trabaja como autónomos), lo que representa 600 más que hace un año. Sin embargo, según datos de la IALPA (sindicato de pilotos irlandés), solo en el último año más de 700 pilotos de Ryanair habrían cambiado de empresa. Es decir: la firma habría incorporado en un año 1.300 pilotos, y actualmente, anunció O’Leary, quieren reclutar 600 más hasta mayo del 2018.

CRECIMIENTO / Norwegian es una de las que más ha fichado en Ryanair, en la que ha contratado a unos 140 pilotos en los últimos meses, y ha anunciado una nueva base en Dublín -sede de Ryanair-, en la que prevén incorporar al menos otros 40 pilotos. La firma, de hecho, cerrará el 2017 habiendo aumentado la plantilla en entre 370 y 390 pilotos. Entre los requisitos para entrar en ella están demostrar 4.000 horas de vuelo. En aerolíneas como Ryanair las horas requeridas son menores, de ahí que la plantilla de la irlandesa suela ser de las más jóvenes de las low cost europeas.

Norwegian también ha fichado a decenas de pilotos de Vueling. Fuentes de la aerolínea española aseguran que se trata de «movimientos habituales», que ni de lejos hacen peligrar la operativa. «Cada año hay entradas y salidas. Es normal», señalan las mismas fuentes. Vueling cuenta con una plantilla de 1.093 pilotos (577 comandantes y 516 primeros oficiales). Más de la mitad (53,3%) lleva entre 3 y 10 años en la empresa, y el 13,6%, entre 11 y 14 años. «Eso demuestra que la mayoría de pilotos llevan un largo recorrido en la empresa», agregan. La firma, de hecho, tiene abierta una convocatoria de pilotos para cubrir las necesidades de sus bases nacionales e internacionales.

El cambio de pilotos no es un hecho excepcional. Exceptuando las aerolíneas de bandera, donde tanto los requisitos como los salarios y las condiciones de trabajo están a otro nivel, los sueldos de los pilotos en las de bajo coste europeas no varían mucho entre sí, apuntan fuentes del sector. Los sueldos, eso sí, no suelen ser públicos. Según el convenio de Vueling, el salario base de un piloto va de los 64.177 a los 110.764 euros al año. A ellos hay que sumarles diversas retribuciones variables que pueden hasta duplicar el salario. Según Ryanair, sus pilotos cobran 170.000 euros.

«No hay una gran diferencia se sueldos entre low costs. Los pilotos se mueven por otros factores», según explican fuentes de esta industria. Poder tener una base cerca del hogar es básico. Y ese es, precisamente, uno de los motivos por los que a Ryanair le costaría encontrar pilotos.

La mayoría de aerolíneas sigue aumentando flotas, y demandando más pilotos. Boeing calcula que en los próximos 20 años se necesitarán 637.000 nuevos pilotos para aerolíneas comerciales, y Airbus sitúa la demanda en 534.000. Una importante demanda de uno de los profesionales con mejor salario, pero cuyo coste de los estudios es mayor: cuesta entre 70.000 y 140.000 euros.