La mejora de las últimas semanas de la percepción sobre el sector público y privado español en los mercados financieros no debe llevar a la complacencia. Ese es el mensaje que lanzó ayer el consejero delegado del BBVA, Angel Cano, para quien aún "faltan dosis de mayor garantía de estabilidad". Para recuperar la confianza, argumentó, es imprescindible que se sigan presentando y desarrollando reformas estructurales. El ejecutivo del segundo banco español apoyó, así, que el Gobierno haya definido las causas del despido por razones económicas, pues supone una necesaria "flexibilización" laboral.

También reclamó que se produzca el "adelgazamiento que se dijo que se iba a producir" en el sistema financiero. Se refería a la reducción de capacidad a que están condicionadas las fusiones de cajas.

El BBVA se está "desempeñando a tope" en hipotecas, depósitos y nóminas, lo que le está permitiendo arañar negocio a las cajas. Tampoco descarta comprar activos de cajas o entrar en su capital, ahora que la reforma lo permitirá.