El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, anticipó ayer una reducción de los tipos de interés de la zona euro en la reunión que celebrará mañana la autoridad monetaria en Fráncfort. Los países centrales de la zona euro confían que ese esperado recorte de tipos sirva de catalizador para la reactivación de sus debilitadas economías.

Duisenberg destacó ante el Parlamento Europeo que las presiones inflacionistas, que impidieron un descenso del precio oficial del dinero en noviembre, han disminuido. El presidente del BCE añadió que persistía el riesgo de empeoramiento de la crisis.

La inflación, pronosticó Duisenberg, volverá a situarse por debajo del 2% a lo largo del 2003, siempre que los precios del petróleo no se disparen y se mantenga la moderación salarial. El alza sostenida de los precios, no obstante, se mantendrá por encima del 2% durante el resto de este año y en los primeros meses del 2003 a causa de las subidas habituales de los impuestos indirectos (tabaco, carburantes) y de los precios regulados (agua, luz, gas, teléfono), precisó.

El presidente del BCE restó importancia a las fuertes diferencias de inflación que existen entre los distintos países de la zona euro. "Entran dentro de lo normal. No tienen que representar un motivo de preocupación", indicó.

Otro factor que facilita la reducción de los tipos es el restablecimiento de la credibilidad del pacto de estabilidad. Duisenberg se declaró "muy satisfecho de que la Comisión Europea haya tenido el coraje de iniciar el procedimiento por déficit público excesivo contra Alemania" y de realizar una advertencia formal a Francia por el descontrol de sus cuentas.

Duisenberg instó a los gobiernos de la zona euro a intensificar las reformas económicas y expresó su "preocupación" por su lentitud. El crecimiento económico, según Duisenberg, se fortalecerá a lo largo del 2003, aunque aún persisten riesgos, como una guerra en Irak o la crisis bursátil.

ARMONIZAR IMPUESTOS

Por otra parte, los ministros de Economía y Finanzas de la UE no lograron ayer superar sus diferencias sobre la armonización de la fiscalidad del ahorro, ni sobre la fiscalidad del gasóleo. Los Quince acordaron convocar un nuevo Consejo de Ministros extraordinario la semana próxima para intentar lograr un acuerdo in extremis antes de fin de año.