El Banco Central Europeo (BCE) dio ayer el primer paso para volver a la normalidad financiera que precedió a la crisis. El consejo de gobierno anunció que no habrá más préstamos a 12 meses en el 2010, la medida más espectacular adoptada por el emisor para frenar el golpe de la crisis financiera.

Las subastas de crédito a un año al 1% (el tipo de interés de referencia) garantizaban en la práctica un acceso casi ilimitado de liquidez para las grandes entidades bancarias europeas, y han sido una alternativa eficaz al bloqueo del mercado mayorista, donde el préstamo entre los bancos ha estado bajo mínimos durante el periodo que ha durado la recesión.

En sus previsiones de diciembre, el organismo que dirige Jean-Claude Trichet ha mejorado su pronóstico de crecimiento para la zona euro (del 0,2% al 0,8% para el 2010), pero Trichet alertó de que será una recuperación "moderada". Para el 2011, el supervisor prevé un crecimiento de entre el 0,2 y el 2,2%. El BCE decidió también mantener los tipos de interés en el 1%.