El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reúne hoy, en Fráncfort, en medio de una enorme expectación sobre qué va a pasar con el precio oficial del dinero: si subirá, del 4% actual a un previsible 4,25%, para conjurar el riesgo de inflación "a medio y largo plazo", tal como se interpretaron las palabras del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, a principios de agosto; o si los tipos se mantendrán en el 4%, en espera de cómo evolucione la crisis de liquidez, cuyas dificultades fueron reconocidas ayer por el BCE.

La mayoría de los analistas europeos apuestan por que el BCE optará hoy por "esperar y ver", lo que equivale a decir que, si hoy no suben los tipos, lo harán antes de que acabe el año. Si bien estos analistas interpretan, en línea con el ministro español de Economía, Pedro Solbes, que ya no queda mucho recorrido al alza y que, como mucho, el precio oficial del dinero llegaría al 4,25% a final de año.

EFECTO EN LAS HIPOTECAS Pero todo son apuestas. De los 51 analistas encuestados por la agencia de noticias Dow Jones, 39 han pronosticado que el BCE dejará inalterado el precio oficial del dinero. Al fin y al cabo, los riesgos inflacionistas no parecen inminentes, pues el IPC en la zona euro lleva doce meses por debajo del nivel de referencia del 2%. Lo que hoy decida el BCE no tiene por qué tener un efecto directo sobre las hipotecas. Casi todas las hipotecas son a tipo de interés variable y, la gran mayoría de estas evolucionan en función del euríbor a doce meses, por encima ya del 4,25%, desde abril, y que ayer llegó al 4,80%, el nivel más alto desde el 2000 (cerró agosto en el 4,66%). Ahora bien, si a las entidades les cuesta cada vez más caro encontrar dinero en el mercado interbancario, pasarán factura a sus clientes.

La subida del euríbor al 4,80% fue interpretado por algunos analistas como el preludio de una subida, hoy, del precio oficial del dinero. Otros interpretaron lo contrario. Para estos, la subida del euríbor de ayer tan solo es una constatación de la crisis de liquidez (como no hay dinero disponible por miedo a la crisis hipotecaria de EEUU, lo que hay se cobra más caro), lo que aconsejaría posponer cualquier subida de tipos.

El propio BCE mostró ayer su disposición a inyectar hoy mismo más liquidez en el mercado de dinero si persiste el aumento de la volatilidad, que ayer se manifestó con subidas en los tipos interbancarios. "En caso de que esto persista mañana por hoy, el BCE está dispuesto a contribuir al logro de unas condiciones ordenadas en el mercado de dinero del euro", comunicó.