El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener en el 4% el precio oficial del dinero y la mayor parte de los titulares de una hipoteca en Europa respiraron aliviados. A pesar del repunte de la inflación en octubre --hasta el 2,6% en la zona euro, y el 3,6% en España-- y de la amenaza que supone la escalada del precio del barril de petróleo, en puertas de los 100 dólares, el BCE decidió ayer mantener los tipos de interés hasta que se clarifiquen los posibles efectos de las turbulencias financieras sobre la economía europea.

Por el momento, lo que ha podido constatar el BCE es que la inflación se ha disparado, que el crecimiento económico se mantiene "sólido" y que las turbulencias financieras no han supuesto un freno en la concesión de créditos a empresas y particulares, según dijo ayer el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.

Si este cuadro se mantiene, el BCE podría retomar la senda de subidas de tipos que emprendió a finales del 2005 y que se interrumpió en junio pasado, cuando situó el precio oficial del dinero en el 4%. Hay analistas que creen que el BCE situará el precio oficial del dinero en el 4,25% en diciembre y que ese será el techo a medio plazo. Otros, en lugar de una subida, pronostican incluso recortes.

TENDENCIA A LA BAJA De momento, el euríbor --principal referencia para el precio de las hipotecas-- se mantuvo ayer a la baja. Se situó en el 4,581%, frente al 4,630% con que arrancó en noviembre, dejando atrás el preocupante nivel del 4,807% del 5 de septiembre. La Asociación Hipotecaria Española calcula que, si el precio oficial del dinero sube al 4,25%, el euríbor se estabilizará en el 4,75% (0,30 puntos arriba o abajo).

Trichet subrayó la "preocupación" del BCE por el elevado nivel de inflación en la zona euro y dijo que esta "se mantendrá significativamente por encima del 2% en los próximos meses antes de moderarse de nuevo en el transcurso del 2008". Dijo, además, que el encarecimiento de la energía "tendrá impacto en la inflación", lo mismo que el de otras materias primas y el de los alimentos. Con estos nubarrones, desempolvó su discurso habitual: el BCE vigilará "estrechamente" los riesgos sobre los precios y hará lo que sea preciso para mantener las expectativas a medio plazo de inflación "ancladas" en sobre el 2%.

De momento, la fuerte apreciación del euro frente al dólar está ayudando a capear la subida del petróleo. El euro repuntó ayer hasta 1,4690 dólares y eso quiere decir que el barril de Brent (que ayer bajó a 94,47 dólares) cuesta 64 euros y que la subida anual, en lugar de ser del 62%, es del 40%. "El actual nivel del euro frente al dólar está proporcionando alguna protección a Europa", dijo la portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea. El comisario Joaquín Almunia participó en la reunión del BCE.

A pesar de todo, el crecimiento "sostenido" en el área parece a salvo, según datos del tercer trimestre. "Los fundamentos de la zona euro permanecen sólidos e incluyen las ganancias y la rentabilidad sostenida de las empresas, el crecimiento robusto del empleo y unos niveles de caída del desempleo no vistos en 25 años", dijo Trichet.

Asimismo, para el 2008, pronosticó "un crecimiento en torno al potencial", en el que la desaceleración de EEUU podrá ser compensada por el tirón de economías emergentes.

CRISIS HIPOTECARIA Sobre las tormentas financieras desencadenadas a raíz de la crisis hipotecaria en EEUU, Trichet subrayó que la reevaluación de los riesgos ha provocado una "inseguridad" que exige que se replantee la política monetaria a medio plazo. Esta oscura frase es la que ha llevado al BCE a suspender sus planes de subida de tipos que, según lo previsto, debían estar situados en el 4,25% desde septiembre pasado.

Trichet comunicó que el BCE acometerá nuevas operaciones de refinanciación a largo plazo para inyectar liquidez en el sistema y contribuir a la "normalización" del mercado monetario.