Tal como se esperaba, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer elevar un cuarto de punto el precio oficial del dinero, hasta el 3,5%. Es la tasa de interés más alta desde septiembre del 2001 y la quinta subida en el año desde que en diciembre del 2005 se rompió una racha de dos años de tipos históricamente bajos, del 2%.

El presidente del BCE, el francés Jean-Claude Trichet, dejó entrever que habrá nuevos incrementos, aunque se acerca el fin del ciclo alcista. Los analistas pronostican una o dos subidas adicionales en la primera mitad del 2007, que situarían el precio del dinero entre el 3,75% y el 4% (en EEUU está en el 5,25%).

En un año, el precio oficial del dinero ha subido 1,5 puntos. El euríbor, principal referencia para las hipotecas a tipo variable, empezó antes su escalada, en julio del 2005. Desde entonces se ha encarecido en 1,75 puntos, algo más que el precio oficial del dinero. En 12 meses (noviembre respecto de noviembre), la subida ha sido de 1,17 puntos. Para una hipoteca media --de unos 120.000 euros, a 20 años-- que se recalcule en estos días, al cabo de un año, la cuota mensual se encarecerá en unos 74 euros al mes (888 euros más al año).

La subida del precio del dinero aprobada por el BCE la anticipó hace meses el euríbor hipotecario (en noviembre llegó al 3,86%). Por eso, en teoría, la decisión no debe comportar otro encarecimiento de las hipotecas.

Lo que sí alimentará nuevas subidas del euríbor --y, por tanto, de las hipotecas, que en España son variables en su mayor parte-- es la expectativa de nuevas alzas de tipos en el 2007. Si los mercados creen que el precio del dinero subirá más en la primera mitad del 2007, es muy probable que el euríbor se adelante con nuevos incrementos, y Trichet dio pistas de que así será.

"A NIVELES BAJOS" Trichet dijo que los tipos en la zona euro continúan "a niveles bajos". Añadió que "la política monetaria sigue siendo acomodaticia" y que es necesario vigilar "muy de cerca" la evolución de la inflación, porque existen riesgos derivados del "dinamismo económico" y la "excesiva liquidez".

La expresión "vigilar muy de cerca" es diferente a la usada en otras ocasiones por Trichet, cuando hablaba de "fuerte vigilancia", y los intérpretes de tan finos matices ven en ella una menor inminencia en la próxima subida de tipos y la posibilidad de que finalice pronto la escalada iniciada en diciembre. Desde entonces, cada dos meses ha subida unos 0,25 puntos.

Según Trichet, la decisión de ayer refleja los riesgos al alza para la estabilidad de precios a medio plazo. Dijo que la subida contribuirá a asegurar "que las expectativas de inflación a medio y largo plazo se mantengan en niveles acordes a la estabilidad de precios", para que la política monetaria pueda contribuir al crecimiento económico.

La inflación, que en noviembre fue del 1,8% en la eurozona, lleva tres meses por debajo de la cota del 2%, que sirve de referencia a las decisiones del BCE. Según el nuevo escenario, la inflación se situará en el 2,2% al finalizar el 2006, y en el 2% el año próximo, (frente a la previsión del 2,4% formulada en agosto para ambos ejercicios), y la economía crecerá el 2,7% este año y el 2,2% el siguiente.

Pero la misma decisión no influye igual en todas las economías. El encarecimiento del dinero afecta, sobre todo, a países con economías con dificultades de crecimiento. De ahí la protesta de la candidata socialista a la presidencia de Francia, Ségol¨ne Royal, que citó al BCE y al propio Trichet para denegarles "el derecho de decidir sobre el futuro" de la economía europea. "Es a los dirigentes democráticos elegidos" a quienes, según Royal, corresponde tomar este tipo de decisiones.