El Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy mantener los tipos básicos de interés en la zona del euro en el 4,25 por ciento, tal como esperaban los mercados financieros.

La institución europea también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a las entidades, en el 5,25 por ciento, así como la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en 3,25 por ciento.

Los analistas económicos coincidieron al prever que el banco europeo iba a mantener las tasas debido a las fuertes presiones inflacionistas y pese al debilitamiento económico.

Además, auguran que el precio del dinero permanecerá estable hasta finales de año en el área euro. El Banco de Inglaterra dejó también inalterados los tipos de interés en el Reino Unido en el 5 por ciento.

Sin embargo, el Riksbanken sueco (Banco Central) los aumentó en 0,25 puntos, hasta el 4,75 por ciento, y rebajó las expectativas de crecimiento de la economía nacional a corto y medio plazo.

La medida prevé evitar el aumento de la inflación en Suecia por la subida de precios en el sector de la energía. En la zona del euro, el crecimiento de la economía cayó un 0,2 por ciento en el segundo trimestre, el primer retroceso desde 1999, y el aumento de la inflación fue en agosto de un 3,8 por ciento.

A partir de las 12.30 horas GMT, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dará más detalles de las deliberaciones del consejo de gobierno en una conferencia de prensa, que también se transmitirá en directo por la página de internet de la entidad en inglés, alemán y francés. Trichet informará de las nuevas proyecciones del BCE para el crecimiento y la inflación de los países que comparten el euro.

Los expertos prevén que el banco europeo revisará a la baja sus pronósticos de crecimiento para el conjunto del año y que mantendrá los de inflación.

El BCE pronosticó en junio que el crecimiento económico de la zona del euro será este año de entre el 1,5 y el 2,1 por ciento. Además, Trichet podría comunicar cambios en el sistema de garantías que exige a los bancos comerciales para prestarles dinero en las operaciones de refinanciación ordinarias.