El Banco Central Europeo (BCE) puso ayer toda, o casi toda, la carne en el asador. Bajó el precio oficial del dinero del 1,25% al 1%. Amplió a 12 meses el plazo máximo para prestar dinero a los bancos a precio fijo y sin límite de cantidad (lo conocido como barra libre ). Además, dio un paso inédito en la zona euro al decidir dar a la máquina de hacer dinero . Todo ello, según contextualizó el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, para intentar frenar la peor recesión desde la segunda guerra mundial, en un momento en que la inflación (principal preocupación del BCE) ha dejado de ser un problema.

Trichet dejó la puerta abierta a nuevos recortes de los tipos, aunque muchos analistas piensan que podría no haber más en el 2009. Las bolsas europeas acogieron con subidas las decisiones del BCE (luego Wall Street las arrastró a las pérdidas); el euro se revalorizó frente al dólar y el euríbor bajó del 1,7%.

Trichet anunció que la institución recurrirá a "medidas no estandarizadas" para intentar frenar la recesión y evitar un estancamiento del crédito. El BCE comprará bonos emitidos en la eurozona por valor de 60.000 millones de euros con el fin de inyectar liquidez. Es una operación que entra en lo que se conoce como poner a funcionar la máquina de hacer de billetes y que ya ha sido adoptada profusamente por los bancos centrales de EEUU, Reino Unido y Japón.

SECTOR CASTIGADO Aunque los detalles se darán a conocer tras la reunión del 4 de junio, todo apunta a que la actuación del BCE se centrará en la compra a la banca de cédulas hipotecarias, para "reactivar un segmento del mercado financiero especialmente castigado por la crisis", dijo Trichet, que tachó esta medida como "de alivio crediticio". Alemania, Francia y España son los países con mayor concentración de cédulas. Además, el BCE permitirá al Banco Europeo de Inversiones participar en sus operaciones de liquidez.

La de ayer fue la séptima rebaja del precio oficial del dinero desde octubre (del 4,25% al 1%). "No hemos decidido que el nivel fijado hoy vaya a ser el más bajo que podamos fijar", dijo Trichet, que aclaró: "Con esto no queremos decir ni que lo sea ni que no lo sea, simplemente que no hemos decidido nada al respecto".

INCERTIDUMBRE Las medidas del BCE pretenden tener un efecto a corto plazo ante las negras perspectivas presentadas en las últimas semanas por el FMI y la Comisión Europea. Aunque el presidente del BCE habló de los "primeros tímidos signos de estabilización", advirtió de que los pronósticos pueden empeorar. Por eso, no rechazó nuevos recortes de tipos.

El Banco de Inglaterra dejó los tipos en el 0,5% y amplió su compra de deuda estatal y privada a 168.118 millones.