El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reúne hoy en Viena y, si se cumplen los pronósticos de gran parte de los analistas españoles y europeos, decidirá mantener en el 4% el precio oficial del dinero, a la espera de que se disuelvan las turbulencias financieras y se conozca el verdadero alcance de sus efectos, siguiendo el criterio de prudencia de septiembre.

Los indicadores avalan esta previsión. La inflación se mantiene en un nivel moderado del 2,1% en la zona euro, según el dato adelantado de septiembre. Y, aunque la subida del petróleo a máximos históricos augura tensiones sobre la inflación, la apreciación del euro --el cambio se situó ayer en 1,4195 dólares-- mitiga parte de la factura.

Las dificultades persistentes de financiación que sufren las entidades en el mercado interbancario también aconsejan que el BCE no suba sus tipos. Mientras, el euríbor se mantiene por encima del 4,7%, con un diferencial anormalmente elevado sobre el precio oficial del dinero.

Mientras, las turbulencias y sus efectos han hecho mella en la confianza de los consumidores españoles. El Indicador de Confianza del Consumidor del Instituto de Crédito Oficial retrocedió 6,3 puntos respecto a agosto hasta situarse en el mínimo histórico (80,2 puntos).