El Banco Central Europeo (BCE) advirtió ayer sobre los riesgos inflacionistas derivados del encarecimiento del petróleo y la fuerte expansión del créditos al sector privado, y expresó su disposición a realizar nuevas subidas de los tipos de interés. La autoridad monetaria de la UE elevó el precio del dinero 0,25 puntos, hasta el 3%, el pasado 3 de agosto. El BCE considera que el encarecimiento del crudo puede trasladarse a los precios de consumo con más fuerza de lo previsto, también como consecuencia de algunas reformas de los impuestos indirectos.

"La orientación de la política económica del BCE continua siendo acomodaticia", afirma el último boletín mensual, que recordó que los tipos de interés aún están "en niveles bajos". La política "acomodaticia" ha permitido a la Reserva Federal de EEUU subir el precio del dinero en 17 ocasiones, hasta que realizó una pausa el martes. También ha permitido al BCE iniciar una dinámica alcista. Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central de la Unión Europea (UE), apuntó nuevas alzas en los tipos el pasado 3 de agosto.

El BCE asegura en el boletín que, si se confirman las previsiones, seguirán con el repunte del precio del dinero, aunque precisa que "si se dan los supuestos y el escenario de referencia del Consejo de Gobierno será necesaria una corrección progresiva del carácter acomodaticio de la política monetaria".

La autoridad monetaria estima que la inflación seguirá por encima del 2% en el 2007 debido al precio del petróleo y los salarios. Además prevé que los efectos indirectos de anteriores incrementos y las modificaciones de los impuestos indirectos ejerzan una "influencia significativa al alza" sobre la inflación, e insta a los interlocutores sociales a que "continúen asumiendo sus responsabilidades".

El BCE, sin embargo, no tiene dudas sobre la buena evolución de la economía y mantiene su estimación de un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 2,2% para el 2006 y del 1,8% para el 2007. En este sentido, explica que el dinamismo de las economías de los principales socios de la zona del euro "sigue constituyendo un respaldo para las exportaciones" europeas.

El BCE también espera en su informe de agosto que el crecimiento de la inversión continúe beneficiándose "de las favorables condiciones de financiación del mercado, de la reestructuración de los balances empresariales, así como de la mejora de los beneficios y de la eficiencia de las empresas". Señala, asimismo, que los riesgos para el crecimiento económico se mantienen relativamente estables.

CONSUMO MAS FUERTE En su opinión, el crecimiento del consumo "debería seguir fortaleciéndose con el paso del tiempo", en consonancia con el crecimiento del empleo. Además, el BCE espera que la evolución de los costes laborales en la zona del euro seguirá siendo moderada en el 2007, como consecuencia de las presiones de la competencia mundial, sobre todo en el sector manufacturero.