Los responsables de finanzas europeos elevaron ayer la presión sobre China para que aprecie el yuan, de una manera "ordenada y gradual", con un mensaje de aviso sobre las consecuencias a las que se expone el gigante asiático si no modifica su postura. La principal consecuencia, advirtió el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, es un posible aumento del proteccionismo en Europa, lo que perjudicaría a las exportaciones chinas, uno de los pilares del crecimiento económico del país.

Almunia, el presidente del Eurogrupo (los ministros de Finanzas de la zona euro), Jean-Claude Juncker, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se reunieron ayer en la localidad china de Nankin con el primer ministro de China, Wen Jiabao, y otros responsables económicos del país. El encuentro fue previo a la cita bilateral China-UE de hoy y se centró en uno de los puntos de fricción entre ambas potencias: la apreciación del yuan. La divisa asiática está ligada al dólar desde verano del 2008, y tanto EEUU como la UE critican que China la mantenga artificialmente por debajo de su valor para proteger sus exportaciones.

Almunia defendió que la economía china debería dejar jugar su tipo de cambio en función del mercado y que, de no ser así, se generarán "tensiones proteccionistas adicionales a las que ya de por sí existen como consecuencia de la crisis". Trichet opinó que la revalorización del yuan es "oportuna" y que no solo beneficiaría a la relación entre China y Europa, sino que ayudaría a reequilibrar la economía global.