El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, apremió ayer al BBVA para que acelere la investigación interna que comenzó en junio con el objetivo de aclarar el presunto espionaje encargado por el banco al excomisario José Manuel Villarejo en el 2004 para frenar el intento de Sacyr de controlar la entidad. «Tenemos que esperar a las conclusiones de esas investigaciones. Esperamos que las conclusiones estén disponibles tan pronto como sea posible porque en este tipo de circunstancias el tiempo es esencial», aseguró.

La capacidad oficial de actuación del BCE, en cualquier caso, es limitada, ya que el expresidente de la entidad, Francisco González, dejó sus funciones ejecutivas este año y ahora es solo presidente de honor del banco y de su fundación.

El exministro de Economía recordó que el BBVA abrió una investigación interna y acaba de encargar «una especie de forensic» (análisis de posibles ilegalidades en la gestión de las empresas). Para lo primero ha contratado a los despachos de abogados Uría Menéndez y Garrigues, mientras que lo segundo lo ha encargado a Price Whaterhouse Coopers, que ha destinado unos cuarenta empleados a rastrear los correos electrónicos del personal y los directivos de la entidad, incluidos los del actual presidente, Carlos Torres Vela, y de Francisco González.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, y Torres mantuvieron este miércoles un encuentro de unos 10 minutos en el Foro de Davos, pero aseguraron que hablaron sobre tecnología. Fuentes del banco afirmaron que el BCE ha hecho llegar a la entidad su preocupación por el presunto espionaje y que la institución está de acuerdo en los pasos dados por el banco para esclarecer los hechos.

La dimisión o cese de González, afirmaron, no está planteada en este momento.

MODÉLICO / Calviño reconoció este martes contactos «informales» con el BCE sobre un asunto que ha calificado de «tema serio». También recordó que el caso está «encauzado» judicialmente: la Audiencia Nacional ya ha abierto una pieza al respecto dentro del caso Tándem, en el que investiga las cloacas policiales. Según han publicado Moncloa.com y El Confidencial, Villarejo pinchó por encargo del BBVA unos 4.000 teléfonos y unas 15.000 llamadas de políticos, empresarios y periodistas.

Torres, por su parte, reconoció hace unos días en una carta a sus empleados que la investigación interna ha confirmado que «Cenyt (la empresa de Villarejo) proporcionó distintos servicios al banco, pero no se han encontrado documentos relacionados con el control e intervención de comunicaciones privadas».

Por su parte, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, calificó ayer a Francisco González de «banquero modélico» que «ha llevado las riendas de BBVA de manera impecable», sin querer entrar a valorar «otras cuestiones que entran en el terreno de la política, no de la banca». «Nadie le ha condenado y aunque lo hubieran hecho yo no entraría en ello», remachó la ejecutiva de Bankinter.