El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, vaticinó ayer un "crecimiento económico mundial bastante sustancial" en el 2005, a un ritmo de un 4%, y en el que los países emergentes tendrán una excelente aportación.

Al término de la reunión de gobernadores de bancos centrales del G-10, presidida por el responsable del BCE, Trichet se mostró optimista y opinó que ha pasado lo peor en la escalada de los productos energéticos. "La peor parte de los elevados precios del petróleo ya ha sido absorbida y por eso tenemos una esperanza razonable sobre el crecimiento económico en el 2005".

Resaltó también los bajos tipos de interés reales que rigen actualmente como factor clave para incentivar el crecimiento, aunque no quiso adelantarse a los acontecimientos y dar previsiones sobre el precio del dinero en el 2005. El consejo de gobierno del BCE se reunirá el jueves en Fráncfort para deliberar sobre las tasas de la eurozona, que previsiblemente se mantendrán en el 2%, a juicio de los analistas.

TIPOS DE CAMBIO El responsable de la política monetaria europea explicó que no se abordó entre los banqueros del G-10 --que reúne a Alemania, Bélgica, Canadá, EEUU, Francia, Holanda, Italia, Japón, Reino Unido y Suecia más Suiza, que se unió al grupo en 1984-- la situación de los tipos de cambio de las divisas. Pero sí se remitió a las declaraciones del secretario norteamericano del Tesoro, John Snow, sobre la voluntad de Washington de reducir el doble déficit fiscal y comercial. "Nos felicitamos", comentó sobre el pronunciamiento estadounidense de corregir las causas que provocan la debilidad del dólar.

El comentario del pasado viernes de Snow llevó a la divisa norteamericana a cruzarse con el euro en el nivel más alto de los últimos meses. El BCE fijó ayer el cambio oficial en los 1,3103 dólares, un ligero repunte del euro sobre el viernes.