El Banco Central Europeo (BCE) reconoció la existencia de riesgos a la baja para el crecimiento económico de la zona del euro y una "incertidumbre inusualmente alta" sobre la economía. Según informó el BCE en su boletín de febrero, publicado hoy, esta incertidumbre se debe a que todavía se desconoce el impacto que va a tener sobre la economía real "la nueva apreciación de riesgo en los mercados financieros".

El banco europeo mantuvo los tipos de interés en el 4 por ciento la semana pasada, si bien los analistas consideran que con estas advertencias sobre los riesgos a la baja para el crecimiento prepara a los mercados para un próximo recorte del precio del dinero. La entidad consideró que esos riesgos para el crecimiento económico están relacionados con "un impacto mayor de lo esperado de la evolución de los mercados financieros sobre las condiciones de financiación y el sentimiento económico". Este impacto, según el BCE, podría tener "efectos negativos sobre el crecimiento en el área euro y el resto del mundo".

Asimismo, el banco europeo precisó que la subida de los precios del petróleo y otras materias primas suponen también un riesgo a la baja para la reactivación de la economía. "Las más recientes informaciones sobre la actividad económica a finales de año apuntan hacia un crecimiento más moderado en el área del euro que la tasa entre trimestres del 0,8 por ciento observada en el tercer trimestre de 2007", agregó la institución europea en el informe.

Además, el BCE recordó que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) fue en enero del 3,2 por ciento, comparado con el 3,1 por ciento en los meses de noviembre y diciembre. "Esto confirma la continua presión al alza sobre la inflación a corto plazo", por el encarecimiento del petróleo y los alimentos, precisó la entidad.

Según los pronósticos de la entidad europea, el IPCA permanecerá "significativamente por encima del 2 por ciento y se moderará solamente de forma gradual a lo largo de 2008". No obstante, la entidad calificó de "sanos" los fundamentos de la economía de la zona del euro, que "no tiene grandes desequilibrios".