La Unión Europea (UE) ve en los compromisos adquiridos por la mayoría de sus estados miembros en los Acuerdos de París para luchar contra el cambio climático una oportunidad de crecimiento para sus economías. Así lo refleja en un estudio realizado por una de sus agencias Eurofound y publicado este martes. Según este, la reconversión de los usos energéticos, el cumplimiento de los criterios de eficiencia y la menor dependencia de los combustibles fósiles provocará que en el 2030 la media del PIB de las economías de la UE crezca al 1,1%. Y entre estas, España será de las más beneficiadas.

Los acuerdos suscritos en diciembre del 2015 en París por 175 estados de la comunidad internacional tienen por principal objetivo impulsar la lucha contra el cambio climático. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, establecer picos máximos o crear mecanismos mundiales para medir la gestación de CO2 son algunos de los principales compromisos del pacto.

El provecho que el estudio pronostica que España le sacará a los Acuerdos de París no va tanto por la vía del PIB, sino por la del empleo. En el 2030 la economía española crecerá al 1,2%, ligeramente por encima de la media europea. No obstante, en términos de creación de ocupación, España será el segundo país que más crecerá, tras Bélgica, al 0,9%. El estudio de Eurofound explica dicho comportamiento, cuatro décimas por encima de la media de la UE, debido a un menor nivel de precios. El potencial aumento de la energía fotovoltaica solar y consecuente descenso de precios aumentará los ingresos disponibles, el gasto del consumidor y, en consecuencia, la demanda de servicios, “que generalmente requieren de mucha mano de obra”, según argumenta el informe.

ESTADOS UNIDOS, EL GRAN DAMNIFICADO

Si la UE piensa que el Acuerdo de París es para sus economías una oportunidad, para Estados Unidos pronostica que será motivo de crisis. En el 2017, su actual presidente Donald Trump se desmarcó del cumplimiento del acuerdo, que inicialmente su precedesor, Barack Obama, había ratificado. La disminución de consumo de combustibles fósiles a nivel global, en coherencia con los acuerdos firmados, tendrá un impacto directo y negativo sobre la economía estadounidense, tal como señala el estudio. El PIB de EEUU, que cerró el tercer trimestre del 2018 con un impulso del 3,5%, pasará a estar en el 2030 en recesión, con un retroceso del 3,4%.

China, otro de los no firmantes del acuerdo, no obstante, continuará creciendo en la próxima década, aunque a un ritmo menor del actual, concretamente el estudio cifra el ritmo en el 4,7%. Parte de este incremento vendrá por las inversiones para reconducir su consumo energético hacia la electricidad y la mejora de la eficiencia.