Los resultados consolidados del grupo Renault cayeron un 14,8% en el 2006 --2.943 millones de euros--, y las ventas bajaron un 4% en todo el mundo y un 8,7% en Europa. Esta caída, así como la menor aportación de la filial Nissan, explica las cifras de un año malo para la firma, que lo tilda de "bisagra" o de "transición". La facturación total fue de 41.528 millones de euros (-0,8%).

El presidente de Renault, Carlos Ghosn, presentó ayer los resultados en Boulogne-Billancourt, en las cercanías de París, destacando que el grupo ha alcanzado el margen operativo previsto en el Contrato 2009. Este margen se redujo también de 1.323 millones en el 2005 a 1.063 millones en el 2006, es decir, el 2,56% de la facturación.

La menor rentabilidad se debe a las empresas asociadas, que aportaron 2.260 millones frente a los 2.597 del 2005, al descenso de ventas en Europa --1,7 millones de unidades, con un 9,1% de cuota de mercado-- y a la subida de las materias primas.

Más calidadTanto Ghosn como el director financiero, Thierry Moulonguet, hicieron hincapié en el esfuerzo de Renault para ahorrar costes y mejorar la calidad, en vez de primar solo el volumen de ventas. El presidente de Renault pronosticó que la vuelta al crecimiento se producirá en la segunda parte de este año. Las expectativas se centran en el nuevo modelo Laguna, que Ghosn considera "uno de los tres mejores del mercado", y en otros que se lanzarán en el 2007. Este año se venderá en la India, Irán, Brasil y Argentina el Logan.

Ghosn admitió que la planta de Valladolid "está en baja producción" por el fracaso del Modus, que se fabrica allí para todo el mundo. Moulonguet, por su parte, alentó a la planta castellana a mejorar la competitividad.

Por su parte, Nissan Motor Ibérica, participada por Renault, fabricará este año 187.000 unidades en su planta de Barcelona, lo que supone un 1,63% más respecto a las 184.000 del 2006.