El grupo Banc Sabadell ha cerrado el tercer trimestre de 2020 con un beneficio neto atribuido interanual de 203 millones de euros. En términos interanuales el beneficio neto es un 74,1% inferior al registrado en el mismo periodo del año anterior. Se debe a las mayores dotaciones que ha tenido que realizar la entidad financiera por el covid-19 --por insolvencias ha registrado 986 millones de euros, un 156% más que el mismo periodo del año anterior-- y a menos ingresos derivados de la menor actividad por la pandemia.

En el trimestre, el beneficio neto experimenta un crecimiento del 10,9% apoyado en la recuperación del negocio 'core' y en la disminución de las provisiones, Los ingresos del negocio bancario (margen de intereses más comisiones netas) alcanzan los 3.546 millones, un 6,2% menos en términos interanuales. En el trimestre muestran una evolución positivo apoyada en el crecimiento del margen de intereses y las comisiones.

El margen de intereses se sitúa a cierre de septiembre del 2020 en 2.545 millones de euros, un 6,2% inferior interanualmente por el efecto de los tipos de interés, el efecto de la titulización de préstamos al consumo realizada el año anterior, así como menor aportación de la cartera ALCO (de renta fija). En el trimestre el margen de intereses se sitúa en 841 millones de euros y registra un incremento del 2,5% apoyado en mayores volúmenes y mayores ingresos por la TLTRO III.

Descenso de comisiones

Las comisiones netas ascienden a 1.000 millones de euros, un 6,3% inferior al año anterior por la reducción de la actividad derivada del confinamiento por la pandemia. Entre junio y septiembre, las comisiones crecen un 1,0% tras el aumento de la actividad por la desescalada.

El total de costes asciende a 2.387 millones de euros a cierre de septiembre de 2020, un 0,9% más respecto al mismo período del año anterior. Los costes recurrentes se reducen en el trimestre un 1,9% por menores gastos de personal, y los no recurrentes incorporan 71 millones por la aceleración de la reestructuración de la filial británica, TSB.

La ratio de eficiencia se sitúa en el 56,3% por los costes de reestructuración en TSB. Aislando dichos costes, la ratio de eficiencia baja al 53,9%.

Por su parte, la ratio de capital de primera calidad CET1 aumenta 22 puntos básicos en el trimestre, situándose en el 12,9%. Esta ratio CET1 incluye 92 puntos de ajustes transicionales de IFRS9, por lo que la ratio CET1 fully-loaded se sitúa en el 12,0%, y mejora en nueve puntos respecto al trimestre anterior.

Los activos problemáticos a cierre de septiembre de 2020 muestran un saldo de 7.647 millones de euros; de los que 6.127 millones de euros corresponden a activos dudosos y 1.520 millones de euros a activos adjudicados. Este nivel de activos problemáticos (NPA) supone que la ratio de activos problemáticos netos sobre el total de activos se reduzca, y se sitúe en el 1,5% comparado con el 1,7% del tercer trimestre del año anterior.

Plan de eficiencia

El banco que preside Josep Oliu va a poner en marcha a partir del cuarto trimestre de 2020 un plan de eficiencia y transformación digital en España, que tiene como objetivo ajustar la estructura de la organización y los costes a la nueva realidad competitiva. El banco ha anunciado a esta semana a los sindicatos el inicio de negociaciones para reducir hasta 2.000 empleos en España.

El plan de eficiencia incluye distintas iniciativas, como simplificación de los procesos internos, el autoservicio en actividades transaccionales, la automatización de las actividades de los centros de operaciones, la mejora de la eficiencia en los centros de atención telefónica, todo ello acompañado de la incorporación de nuevas capacidades y servicios digitales. Está previsto también llevar a cabo una simplificación del centro corporativo, mediante la centralización de competencias y a reducción de las estructuras regionales de soporte. Asimismo, hay contempladas otras actuaciones que permitirán a la entidad reducir costes, como la reducción del uso de espacios y otros menores costes discrecionales.