El Gobierno alemán interpretó hoy las recomendaciones que le hizo ayer la Comisión Europea (CE) como un espaldarazo a su política e instó al resto de países de la Unión Europea (UE) a implementar las reformas apuntadas por Bruselas.

El ministro de Economía alemán, Philipp Rösler, aseguró en un comunicado que las recomendaciones deben "reflejarse en consecuentes decisiones de política económica en todos los países de la UE".

A juicio del Ejecutivo alemán, prosiguió el ministro, las directrices macroeconómicas que difundió ayer la CE con carácter específico para cada país "contienen en general un alto grado de obligatoriedad".

Rösler indicó asimismo que Berlín considera que con estas recomendaciones, la CE le ha dado "un espaldarazo al rumbo del Gobierno" de la canciller Angela Merkel.

Sobre las propuestas concretas, señaló que el Ejecutivo alemán también quiere "bajar los impuestos y los gastos", "precios de la energía más asumibles" y "más competitividad", en línea con lo sugerido por la CE, aunque no indicó cómo podría aplicarlo el Gobierno.

El Ejecutivo de Merkel apenas tiene ya capacidad de acción en esta legislatura, pues el Bundestag (cámara baja) será disuelto a finales de julio y, tras la pausa veraniega, se celebrarán elecciones generales el 22 de septiembre.

No obstante, y en clave local, Rösler afeó a la oposición de socialdemócratas y verdes, que controla el Bundesrat (cámara regional), el bloqueo de ciertas leyes ligadas a las políticas de austeridad y reformas macroeconómicas.

"Alemania no es una excepción (a la aplicación obligatoria de las propuesta de la CE). Hasta ahora el Bundesrat ha impedido que nosotros podamos implementar estas muy juiciosas reformas. Exijo a los 'Länder' que abandonen por fin su bloqueo a las reformas", afirmó el ministro.

Las recomendaciones comunitarias a Alemania incluyen bajar los impuestos a las personas con menores ingresos, controlar unos precios energéticos al alza, permitir una mayor competencia en el sector servicios y ampliar los horarios de guardería.