El canciller alemán, Gerhard Schröder, se reunió ayer con los líderes sindicales del país, al igual que hizo el día anterior con las organizaciones patronales, con el objetivo de resucitar el pacto por el empleo y consensuar reformas en el mercado de trabajo. Esta iniciativa coincide con la polémica en Alemania acerca de la flexibilidad del despido.

Las centrales condicionaron su apoyo al diálogo social a que las empresas se comprometan a aumentar el número y la calidad de los puestos de formación profesional, explicó el presidente del sindicato DGB, Michael Sommer. Este aspecto se incluyó en los acuerdos logrados durante la primera legislatura de Schröder. El presidente de la patronal, Dieter Hundt, dijo el día antes que las negociaciones debían reanudarse sin condiciones.

La idea de un pacto por el empleo surgió ya durante el Gobierno conservador de Helmut Kohl y luego fue retomada por Schröder.