El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha anunciado la intención de su gabinete de retrasar cinco años la edad de jubilación de los trabajadores. Berlusconi esbozó un plazo hasta el 2010 para fijar la edad mínima de jubilación en 60 años, y una segunda fase por determinar para los 62 años.

Actualmente, la edad para jubilarse está situada en los 57 años para los asalariados en general y en 56 para los funcionarios, siempre que en ambos casos hayan cotizado 35 años. De hecho, la edad efectiva en que se jubilan los italianos alcanza los 59,4 años. Berlusconi explicó, en una entrevista en el diario afín Libero , que el objetivo es frenar el acceso a la jubilación con incentivos por permanecer en el trabajo, como un mayor sueldo neto y la exención de cotizaciones sociales.

Gianfranco Fini, de la extrema derecha de Alianza Nacional y vicepresidente del Gobierno, dijo que "existen derechos adquiridos y legítimas expectativas de quien está cercano a la jubilación que ninguna razón presupuestaria puede cancelar sin el consenso de los interesados".

PENSIONES PRIVADAS

El Ejecutivo también quiere subir las cotizaciones sobre trabajos eventuales, distribuir de una manera diferente las actuales posibilidades de jubilarse y discutir el finiquito que recibe cada trabajador por su cese, según Gianni Alemanno, ministro de Agricultura.

La medida ha provocado un alud de críticas, incluidas las de dos socios de los cuatro del Ejecutivo. "Habrá un otoño caliente", comentó Savino Pezzotta, de la CISL, segundo sindicato del país. "Si las escaleras se suben corriendo se corre el riesgo de caer", añadió Roberto Calderoni, vicepresidente del Senado por la Liga Norte, aliada del Gobierno.

Paolo Cento, diputado por los Verdes, declaró que "la única respuesta posible a las reformas sería una oposición dura en el Parlamento y en la calle". La UIL, tercer sindicato, advirtió de que la reforma provocará una "carrera para obtener las pensiones" por el miedo a perderlas.

Hace tiempo que la Unión Europea y el FMI presionan al Gobierno italiano para que reforme el sistema de pensiones, que engulle el 15% del producto interior bruto. Sin embargo, los sindicatos y la oposición de centro-izquierda aducen que "el sistema funciona" y que el déficit se debe a las prestaciones asistenciales.