El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, afirmó ayer en una comparecencia conjunta en el Senado con el secretario de Tesoro, Henry Paulson, que "las previsiones de la economía han empeorado en los meses recientes, y los riesgos para el crecimiento han aumentado". Aun así, Bernanke evitó de nuevo pronunciar la palabra "recesión" y afirmó que la línea de trabajo de la Fed es que la economía experimentará un "lento" crecimiento en los próximos meses para mejorar a final de año.

Bernanke enumeró una lista de los malos indicadores económicos estadounidenses: deterioro del mercado laboral, los precios de la vivienda siguen en declive; los valores bursátiles se han desplomado respecto a las cotizaciones de hace un año; la inflación ha subido ligeramente; el dólar continúa debilitándose respecto a otras divisas, y el mercado de crédito está bajo mínimos. Bernanke dejó abierta la posibilidad de reducir de nuevo los tipos de interés, la medida de choque que la Fed ha tomado en varias ocasiones desde principios de año para estimular el crecimiento.