Las turbulencias que sacuden la economía van para largo y los mercados están lejos de encontrarse en una situación normalizada. Ese es el mensaje que lanzó ayer el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Ben Bernanke, al anunciar planes para ampliar hasta el 2009 los programas de préstamos creados en marzo por el organismo para inyectar liquidez en la banca de inversión tras la crisis del Bear Stearns.

Bernanke planteó en una conferencia en Arlington (Virginia) una remodelación de más alcance del sistema para reforzarlo. Haciendo suya una propuesta del secretario del Tesoro, Henry Paulson, solicitó, por ejemplo, poderes más explícitos para combatir crisis financieras. E instó al Congreso a crear nuevas herramientas para evitar un colapso y un proceso formal para decidir cuándo usarlas.