John Humphrys, el reputado presentador de “Today”, el matinal de la BBC en Radio 4, ha tratado esta mañana de romper por todos los medios, el nuevo billete de 5 libras, que hoy se ha puesto en circulación. Lo ha mordido, lo ha doblado y redoblado para intentar rasgarlo, e incluso lo ha metido en el café del estudio, "altamente corrosivo", según el periodista. Nada. Como han sabido los oyentes, al cabo de varios minutos de suplicios, el billete ha sobrevivido intacto e ileso a las tentativas de destrucción.

Los nuevos billetes, con un valor al cambio de 5,9 euros, han sido imprimidos por primera vez en Inglaterra con un material plástico que lo hace un 2,5% más resistente que su predecesor. Antes de sacarlo a la calle, en el Banco de Inglaterra lo habían ahogado en vino tinto, cocinado en el microondas y lavado con Persil a 90 grados de temperatura, con idéntico resultado. El nuevo billete es un 15% más pequeño que el anterior, pero más duradero, con una media de vida de cinco años, tres más, que los actuales fabricados con una pasta de algodón. Su composición ayuda a combatir mejor la humedad y la suciedad. El billete sin embargo no es indestructible y empieza a fundirse a los 120 grados de temperatura. Hay que tener también cuidado a la hora de pagar, porque tienen tendencia a pegarse entre ellos.

"El uso de polímero significa que sobrevivirá mejor cuando se doble repetidamente en las carteras o se estruje dentro de los bolsillos", ha explicado el gobernador del Banco de Inglaterra Mark Carney.

El material de impresión es nuevo, pero el rostro que figura en los billetes de plástico de cinco euros no puede ser más tradicional. El que fuera primer ministro conservador, Winston Churchill, es la efigie elegida, junto a una de sus frases más famosas, pronunciada en 1940, en el Parlamento al inicio de la Segunda Guerra Mundial. "No tengo nada que ofrecer más que sangre, dolor, lágrimas y sudor". Como telón de fondo se puede ver el Parlamento de Westminster y el Big Ben marcando las tres de la tarde, la hora aproximada a la que pronunció aquel histórico discurso. "Es un homenaje a los grandes estadistas de todos los tiempos", señala Carney. "Winston Churchill decía: un pueblo que olvida su pasado no tiene futuro. Los billetes de banco son un depositario de la memoria colectiva del Reino Unido", añadió el gobernador".

Los actuales billetes irán desapareciendo paulatinamente y serán válidos hasta el 5 de mayo del 2017.

Ese verano se emitirá un nuevo billete de diez libras en polímero, con la esfinge de la novelista Jane Austen. El pintor Turner será el futuro rostro de los nuevos billetes de 20 libras, que entrarán en circulación para el 2020. Todo ello forma parte de un plan para acabar con los billetes de papel después de 320 años.

Los nuevos materiales y la impresión harán más difícil la falsificación de los billetes y son también más ecológicos, afirman sus creadores, debido precisamente a la larga duración. Los cajeros automáticos deberán recalibrar el peso y adaptarse a su uso, como lo han hecho ya en los más de treinta países que utilizan el polímero. Australia lo ha venido haciendo durante más de veinte años con buenos resultados.