Las posibilidades de lograr un acuerdo sobre el nuevo presupuesto comunitario parecen cada vez más reducidas. Tony Blair, presidente de turno de la UE, afirmó ayer que no será posible un acuerdo presupuestario de la Unión para el periodo 2007-2013 si no se revisan los subsidios agrícolas en el 2008.

"Quedan negociaciones muy duras, porque el margen de maniobra es muy limitado", indicó el primer ministro británico en una conferencia de prensa celebrada en Downing Street, como colofón a dos días de entrevistas con los líderes europeos.

Aunque hay 13 países, liderados por Francia, que se oponen a la reforma de la política agraria común, Blair insistió en que cualquier acuerdo debe incluir una cláusula con el compromiso de que en el 2008 la Comisión Europea publique un documento que permita revisar las partidas presupuestarias a partir del 2009 o del 2010.

OPOSICION DE FRANCIA "No puedo imponer ese cambio ahora, pero sí insistir en que dejemos abierta esa posibilidad para la segunda mitad del periodo presupuestario", dijo Blair. Francia ha dejado claro que no comenzará a hablar de la revisión de las ayudas a la agricultura hasta el 2013 como muy pronto.

El último en reunirse con Blair fue el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien pudo explicarle personalmente cuál es su posición y las exigencias a las que no va a renunciar. Zapatero no descartó que España use la próxima semana el veto si el presupuesto comunitario no es bueno para la economía española. "La propuesta que ha presentado Blair no es aceptable para España, tiene que modificarse y, si hay cambios, podremos estar en un terreno de entendimiento", dijo Zapatero, quien insistió en que hay que esperar al nuevo borrador.

"Todo está abierto, aunque los que tenemos una fe europeísta, como es el caso del Gobierno español, vamos a trabajar para un acuerdo", indicó, aunque matizando que "España quiere un acuerdo, pero no a cualquier precio". El Ejecutivo reclama una reducción de fondos europeos gradual, y no brusca.

Si Zapatero trató de mantener el optimismo, las declaraciones de Blair sugerían que será difícil desbloquear la situación. "Estoy de acuerdo en que seguir hablando de los subsidios agrícolas y del cheque --la compensación económica de la UE al Reino Unido-- no es muy constructivo", reconoció, "pero la única manera de abordarlo todo es hacer una nueva reestructuración". Blair advirtió de que, si fallan las negociaciones el 15 de diciembre, es probable que no se llegue a un acuerdo en todo el año.

Así las cosas, la reducción del llamado cheque británico se presenta como el gran caballo de batalla en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que el jueves y el viernes de la próxima semana se celebrará en Bruselas. La propuesta británica, que ofrecía aumentar la contribución neta del Reino Unido en 8.000 millones de euros durante siete años, ha sido rechazada por la mayoría de los países y por la Comisión Europea. Su presidente, José Manuel Durao Barroso, se mostró esperanzado. "Creo que es posible el acuerdo si hay un verdadero esfuerzo para lograr un pacto que sea bueno para Europa", señaló. Añadió que Blair está preparado para hacer futuras concesiones. "Sé que va a haber nuevas propuestas. Espero que haya una solución".