El ministro de Fomento, José Blanco, indicó hoy que la reforma de las pensiones que lleva a cabo el Gobierno es "progresista" y que, gracias a ella, se garantiza el futuro porque así se evita que los que tienen intereses privados se impongan sobre lo público. Blanco, en declaraciones a Radio Nacional, recordó que se está trabajando ahora para las personas que tienen entre 20 y 40 años, para que tengan una pensión digna, a través de un sistema sostenible que sea sólido y que no se pueda cuestionar. No obstante, y aunque se hable del aumento de dos años, de los 65 a los 67 para la jubilación, el ministro señaló que "es flexible", porque hay trabajos que son penosos y que habrá que considerar a la hora de la jubilación, así como aquellos que llevan cotizando mucho tiempo, e incluso abrir la posibilidad de que una persona se jubile a los 65 años, pero sin cobrar el cien por cien. La reforma es precisa, porque en este momento la gente vive más años, y sobre esta afirmación Blanco puso como ejemplo a su abuelo y a su padre. Mi abuelo cobró la jubilación durante seis años, mientras que mi padre lo lleva haciendo 22 años, y tiene ocho hermanos, yo no tengo hermanos, y eso indica que cuando yo cobre la pensión, el nivel de envejecimiento de la población será mayor. Blanco destaco la labor socialista en torno a las pensiones, ya que todas las mejoras en este aspecto han sido siempre llevadas a cabo bajo un gobierno socialista, y en este caso "nos adelantamos al futuro porque creemos en el sistema público".