Caja Madrid no aspira a convertirse en el accionista de referencia de Iberia para hacer dinero rápido. Su presidente, Miguel Blesa, confirmó ayer que la entidad tiene "vocación de permanencia" en la aerolínea y que no venderá sus acciones a ninguna de las cuatro ofertas anunciadas.

El máximo dirigente de la segunda caja del país quiso dejar claro que Caja Madrid confía en el futuro de Iberia. No descartó, en cambio, la posibilidad de participar en algunos de los consorcios interesados en comprar la aerolínea. Eso sí, con una puntualización: "Todavía no estamos pensando en nada de eso".

Blesa se mostró convencido de que British Airways no se interpondrá en sus planes. A su juicio, la aerolínea británica de bandera y los otros socios en el pacto de accionistas que administran Iberia (Logista, El Corte Inglés y la Sepi) "no querrán ahora comprar", independientemente de que tengan pensado permanecer o salir del capital.

Fuentes de British Airways indicaron, no obstante, que la compañía "está considerando su posición" y subrayaron que tiene de plazo hasta el lunes para comunicar su decisión. La compañía tiene siete días naturales para trasladar a BBVA su interés por comprarle el 7% que ha pactado vender a Caja Madrid por unos 240 millones de euros. En caso de ejercer su derecho de tanteo, la participación se repartiría a partes iguales entre la aerolínea y la entidad de ahorro.

EQUILIBRIO El acuerdo entre Caja Madrid y BBVA ha supuesto un cambio de escenario en la lucha por Iberia. Con todo, se ha abierto una nueva puerta a British. Si la compañía británica ejerce el tanteo, la aerolínea y la caja estarán equilibradas en el accionariado, con un 13,5% del capital cada una. La presencia de Caja Madrid, además, no impide que British y su socio, el fondo TPG, cumplan su propósito de presentar su oferta en las próximas dos semanas. El mercado no descarta que acaben alcanzando un pacto amistoso.