La bolsa española cerró ayer el mes de mayor volatilidad --grandes oscilaciones de precios entre un día y el siguiente-- de los últimos tres años. Alcanzó la cotización máxima de ese periodo con 12.064 puntos el 10 de mayo y desde entonces ha perdido un 6% de su valor, un 4,6% desde el 1 de mayo. Sin embargo, el principal indicador del mercado español, el Ibex 35, aún acumula una revalorización anual del 5,65%. Con lo que, a pesar de los sobresaltos, los inversores que no han perdido los nervios todavía tienen motivos de satisfacción.

"El miedo a una situación de desaceleración con inflación ha dado origen a la actual incertidumbre", comentó Ana Rivero, directora de análisis de Santander Gestión de Activos. "Tampoco ha ayudado la poca claridad en el mensaje del nuevo presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke", añadió.

Ayer los mercados, aunque al alza, se mantuvieron expectantes ante la última reunión de la Fed.