Pese al aluvión de noticias poco positivas sobre la economía internacional, la bolsa española cerró ayer la sesión en el nivel de valor más alto desde junio del 2001. El indicador Ibex 35 cerró en 9.682,3 puntos, el 0,6% más que la jornada anterior y el 1,26% por encima del nivel de principios de semana.

Ni la incipiente escalada experimentada por el precio del petróleo, que ayer superó los 58 dólares por barril debido a que la demanda supera ampliamente la oferta, ni el incremento del déficit por cuenta corriente en EEUU, que anticipa una fuerte demanda de productos por los consumidores, pudo contener la tendencia alcista de la bolsa española. En las últimas semanas, el listón de los 9.600 puntos parecía una barrera infranqueable para los inversores.

Una de las características del máximo anual logrado ayer es que se alcanzó sin que las grandes empresas de la bolsa española contribuyeran, salvo Repsol.

SUBIDAS EN TODA EUROPA De la misma manera que sucedió en el mercado español, las principales plazas europeas también terminaron la jornada con subidas, excepto Milán, que retrocedió ligeramente el 0,03%. Londres ganó el 0,61%; París, el 0,85%; Fráncfort, el 0,54%.

La noticia macroeconómica que más marcó la actividad de los mercados fue el dato sobre el déficit por cuenta corriente (comercial y de intercambios financieros) de EEUU, que creció el 3,6% en el primer trimestre del año y alcanzó la cifra de 195.100 millones de dólares, el 6,4% de la riqueza del país.

Ese desequilibrio de las relaciones económicas estadounidenses con el resto del mundo benefició la cotización del euro, que le ganó un céntimo al cambio con el billete verde americano. En el mercado de Fráncfort se intercambiaron operaciones a 1,2239 dólares por euro. El déficit de EEUU pesó más en el ánimo de los inversores que la crisis de la unión política europea.