Ya hace algunas semanas que los inversores están volviendo poco a poco a la bolsa. Ese es un síntoma más o menos claro de que el mercado se "ha dado la vuelta", como dicen los iniciados. Pero lo normal es que "el grueso de los inversores lleguen tarde a la recuperación de mercado", apostillan. Desde luego, quienes ahora decidan fijarse en la renta variable española se habrán perdido ya una revalorización del 37%. Ese es el trecho que ha recurrido el Ibex 35 desde que el 9 de marzo pasado marcó el valor mínimo desde el 2002.

"La situación ha cambiado --afirma Jaume Puig, director general de GVC Gaesco--, hasta hace unas semanas estaban nerviosos quienes tenían acciones. Ahora quienes están nerviosos son quienes no las tienen".

El Ibex 35 de la bolsa española cerró ayer en los 9.341 puntos. En el día se anotó una nueva subida del 1,99%. En el último año, su evolución no ha sido muy diferente a la del resto de los parquets de referencia. Una caída casi abisal hasta mínimos --más de un 50% para el indicador-- con un punto de inflexión a primeros de marzo. "Hasta ese momento, los parquets descontaron un riesgo sistémico. Es decir, que el sistema financiero podía quebrar", explicó Ricardo Domingo, director de renta variable de la gestora del banco Santander. Desde entonces, los inversores comenzaron a considerar que "las medidas arbitradas por gobiernos y organismos internacionales permitían evitar ese riesgo", agrega Angel Olea, director de análisis de Abante.

Los estudios que se realizan en las casas de bolsa transpiran optimismo cargado de prudencia. La primera razón es que pese a que la recuperación parece indiscutible, las bolsas aún no han encontrado el equilibrio entre lo perdido y lo ganado. Las pérdidas aún son mayores que las ganancias. Otro elemento a considerar es que la volatilidad y la incertidumbre persistirán. "El mercado no está para los inversores que tienen aversión al riesgo", dijo Domingo. En realidad, aún no parece estar tampoco para muchos inversores institucionales, que esperan a que la recuperación se consolide.

CUESTION DE TIEMPO El cambio de estrategia es cuestión de tiempo si persisten los elementos que favorecen la inversión. Los beneficios empresariales han sobrepasado las previsiones de los analistas. Dicho de otra forma: el mercado había reducido tanto las expectativas de ganancias como consecuencia de la crisis, que el resultado final ha sido menos pesimista. Incluso, ahora, las expectativas son mejores. Por otra parte, el parámetro que hace las veces de la longitud cartográfica para el mercado --los tipos de interés-- están tocando suelo.