En un mercado pendular como el actual, todos los excesos se acaban pagando. El Ibex 35, el principal indicador del mercado español, cerró la sesión de ayer con un descenso del 3,32%, casi el doble de lo que cayeron los índices de las principales plazas europeas, en una sesión de recogida de beneficios en todos los mercados. El Ibex 35, que el lunes registró una subida récord (14,43%) se movió a la baja arrastrado por los grandes bancos y por Telefónica.

La evolución de la bolsa española fue parecida a la de Atenas: el ASE 20, el índice selectivo de esa plaza, cedió un porcentaje similar (3,19%), pero también acumuló las mayores ganancias la víspera, por encima del 10%. El Eurostoxx 50, donde cotizan los valores más capitalizados de Europa, descontó el 1,7%, mientras el DAX de Fráncfort cerró con ganancias del 0,4%. "La volatilidad del mercado debe tender a reducirse en la medida en que el problema de la deuda parece solucionarse", comentó Iván Sanfélix, analista de Renta 4.

De hecho, la caída de los mercados de renta variable no fue secundada por la renta fija, donde el diferencial del bono español con el alemán cayó hasta los 100 puntos básicos. Incluso la rentabilidad de la deuda soberana descendió al 3,94%, frente a algo más del 4% del lunes. La deuda griega se mantuvo en niveles similares al día anterior (el 7,36%) tras conocerse el plan de emergencia de la UE. En el mercado de divisas, en cambio, el euro cayó a los 1,2698 dólares, tras situarse el lunes el cambio oficial en los 1,2969 dólares. "La situación del euro no debe preocuparnos. Su valoración actual aún está por encima de lo que le corresponde, en torno a 1,20 dólares", comentó Jaume Puig, director general de GVC Gaesco.

Los inversores parecen aceptar que el compromiso de la UE va en serio. No solo por el volumen de fondos para comprar deuda, sino también por el acuerdo que permite al Banco Central Europeo (BCE) y a los bancos centrales adquirir bonos de los países de la zona euro.