Rusia sufrió ayer las consecuencias de la crisis financiera. Las bolsas suspendieron sus actividades por la caída en picado de las acciones, mientras el Gobierno ruso anunció una inyección de recursos en préstamos por importe de 31.670 millones de euros en los bancos Sberbank, VTB y Gazprombank, para mantener así la liquidez del sistema.

Desde el inicio de la crisis, la principal bolsa de valores rusa, el RTS, ha perdido un 54,54% en relación a su máximo histórico del 19 de mayo. El ministro de Finanzas, Alexei Kudrin, pidió calma y aseguró que la situación no afectará a la "mayoría de los rusos".