El presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, aseguró hoy que aplicar un impuesto al sector financiero no es la medida adecuada para evitar que el contribuyente tenga que asumir los costes de la crisis, algo que calificó de inadmisible, y explicó que la tasa obstaculizaría la recuperación. Durante el discurso que pronunció en la III Conferencia Internacional de Banca, en la Ciudad Financiera del Santander en Boadilla del Monte (Madrid), Botín aseguró que "no hay economía sana sin banca sana", por lo que el sector privado y en concreto la banca tienen que tener "un papel clave" en el incipiente proceso de recuperación económica.

La conferencia, en la que también intervienen el gobernador del Banco de España y el vicepresidente de la Comisión Europea, entre otras personalidades, se celebró por primera vez en octubre de 2008, poco después de la quiebra de Lehman Brothers, que marcó el inicio de la peor recesión económica de las últimas décadas, de la que "sólo ahora" empezamos a recuperarnos, recordó Botín.

La "decidida" actuación de gobiernos y autoridades monetarias hace dos años hizo frente a la crisis y evitó el desastre, ya que se tomaron importantes medidas que permitieron que ahora tengamos "una economía en recuperación, una banca incluso más solvente que antes de la crisis y un marco regulatorio y supervisor en proceso de ser reforzado", dijo. Ahora, el reto es consolidar un crecimiento sostenido, apoyado en un sistema financiero sólido, solvente y eficiente, dijo Botín, que explicó que, por eso, el debate no debe centrarse en gravar a la banca con una tasa especial, sino en tomar las medidas que permitan que el sistema financiero funcione correctamente y que se reduzca la probabilidad de que haya nuevas crisis.

Pero, aunque es evidente que las medidas tomadas hasta ahora y otras que ya se han anunciado han fortalecido el sistema financiero internacional, aún queda mucho por hacer, y en el caso de España, "hay que rematar bien la faena", porque "el diablo está en los detalles", explicó. En concreto, Botín consideró prioritario mejorar la supervisión, al tiempo que destacó la importancia del acuerdo que se está negociando en Europa para reforzar el marco supervisor.

También consideró fundamental que no se penalice "la función esencial de la banca", es decir, la intermediación financiera, así como separar claramente la banca comercial de la banca de inversión y que se devuelvan "todas las ayudas públicas". Asimismo, dijo, es necesario que se creen mecanismos para evaluar los riesgos sistémicos en que incurren las entidades y permitir "una salida ordenada" o incluso la venta de aquellas que no puedan superar una crisis.

En el marco internacional, las entidades que han recibido ayudas deben devolverlas, insistió Botín, quien pidió que se establezcan Fondos de Garantía de Depósitos predotados por las entidades, como en España, y que tengan capacidad de intervención en caso de crisis. Asimismo, Botín se refirió a los test de solvencia de la banca, publicados en julio, y dijo que el Santander siempre apoyó que se hicieran para reforzar la transparencia en el sector financiero y valorar a cada entidad con criterios homogéneos, discriminando entre ellas según su fortaleza y capacidad de resistencia.

Se mostró muy satisfecho con el resultado de estos test en el caso del Santander, y recordó que la entidad sería capaz de absorber completamente el impacto del peor escenario planteado en estas pruebas, así como de generar capital, mantener su ratio de solvencia y su política de dividendos, al tiempo que sería la entidad europea que más beneficios antes de impuestos obtendría.